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PVM - O’CONNELL J. F., HAWKES, K., LUPO K. D., BLURTON JONES N. G. Male strategies and Plio-Pleistocene archaeology (2002)


O’CONNELL

O’CONNELL J. F., HAWKES, K., LUPO K. D., BLURTON JONES N. G.
Male strategies and Plio-Pleistocene archaeology (2002)
Se ha usado información arqueológica para sostener que la caza de animales grandes llevo a la evolución del Homo temprano, principalmente por su rol en aprovisionamiento de los hijos, y favoreció la dieta, aumento la inteligencia y el desarrollo de cerebros, y promovió la emergencia de patrones de historia de vida y organización social humanos. Esto se disputo en dos puntos: 1) observaciones etnográficas que muestran que la caza es poco confiable como sustento diario, siendo más importante para el status que la subsistencia; 2) la evidencia arqueológica del momento muestra carroñeo y no caza. Nuestro estudio de la arqueología es consistente con estas tres críticas: 1) los humanos tempranos adquirieron animales grandes por carroñeo agresivo, no caza; 2) la carne se consumía cerca del punto donde se adquiría; 3) los animales se conseguían en tasas variables y distintos grados de integridad.
Colectivamente, el lugar y composición de estos sitios son consistentes con la hipótesis de los animales se tomaban no para provisionarse, sino en un contexto de ostentación de machos. Aunque hubiera más carne de la aparente en el RA, su consumo no puede dar cuenta de los cambios en la historia de visa que diferencia a los humanos tempranos que los australopitecinos.
Esta coincidencia entre las primeras fechas de Homo ergaster y el aumento de visibilidad arqueológica del consumo de carne que puede encontrarse tan provocadora, en lugar refleja: 1) cambios en la estructura del ambiente con concentra oportunidades de carroñeo en el espacio, haciéndolo más evidente; 2) el tamaño corporal de H ergaster que mejora su habilidad de interferir en la competencia.
La información arqueológica usada para sostener el argumento de la importancia de la caza de grandes animales es la evidencia de sitios con restos animales, muchos con marcas de corte e impacto. Muchos los vieron como equivalentes a los campamentos base de cazadores recolectores modernos, y basándose en esta analogía, les infirieron otras características de comportamiento moderno (familia nuclear, división sexual). Hay muchas razones para ser escépticos con esta hipótesis cazadora, aquí vemos dos. Una es que en poblaciones modernas la caza de animales grandes es peligrosa, y tiene importancia de status. Ni siquiera en los lugares donde es una porción importante de la dieta se consigue regularmente. Otra razón es el argumento de que los huesos de fauna son producto de carroñeo pasivo y no de caza. No serian campamentos base, sino lugares donde llevaban comida; tampoco valdrían las inferencias de familia nuclear, etc. Aun más, significaría que la carne no sería el componente clave de la subsistencia.
Hay dos reacciones a esto: 1) los que descartan la evidencia etnográfica contra la caza y reafirman su fe en el argumento original. La caza es lo que hace la evolución. 2) descartan la etnografía como irrelevante y consideran a la arqueología como la única evidencia confiable. Aunque raramente apelan a la hipótesis de la caza, su argumento se centra en restos de animales grandes, sugiriendo que es un factor importante.
Revelaremos los elementos claves de la discusión, prestando atención a la evidencia arqueológica. Estamos particularmente interesados por inferencias de cómo se adquirían los cuerpos, con qué frecuencia, y si se movían a campamentos o no. Concluimos que ni la caza ni “central place foraging” se encuentran indicados arqueológicamente. Encontramos información consistente con carroñeo oportunistico, más productivo que el pasivo. La evidencia más antigua de 1.7 – 1.9 Ma, coincide con la aparición de Homo ergaster, pero no puede explicar las características de su anatomía, historia de vida y ecología. El aumento de carroñeo no es causa de estas características, sino su consecuencia, probablemente hablando mas de competencia entre hombres por status que de subsistencia.
En el paper hacemos referencia a observaciones etnográficas y etnoarqueologicas del grupo Hadza, del este de África que desafían las hipótesis de caza y carroñeo pasivo. Dan bases para interpretaciones de comportamiento, no por ser “fósiles vivos”, sino por darnos una mirada dentro de las oportunidades ecológicas de humanos viviendo en ambientes similares.
Early Homo: questions raised
Los ancestros de los Homo pueden ser unos de los australopitecinos (incluyendo a los habilis, que antes se asignaban a Homo). Estos tempranos homininos eran pequeños, con brazos largos, grandes molares y mandíbulas y con sistemas digestivos grandes. Aunque eran todos bípedos, las proporciones corporales sugieren que tenían capacidad arbórea. El tamaño del cerebro era similar al de chimpancés, tenían maduración más temprana que los humanos modernos (implica patrón de vida similar a chimpancés).
Los ejemplos más tempranos de homininos completamente Homo son: el H. ergaster (early african), y H. erectus, que probablemente aparecieron hace 1.7-1.9 MA AP. En contraste con los A., eran mas altos y pesados, con molares y mandíbulas más pequeños, menor tracto digestivo y proporciones de extremidades modernas. Los tamaños del cerebro también aumentaron, pero al aumentar el tamaño del cuerpo, la relación quedo similar a la antigua. Estas características indican menos arborealidad, bipedismo mas efectivo, con rangos de forrajeo más amplios, y una dieta de mejor calidad (que requería menos masticación, y/o digestión; mejor procesamiento antes de consumir; o los dos). Características de estilo de vida se acercan más a las modernas que a las de A., con loa dientes indicando maduración a mas edad, longevidad post menopáusica, y destete temprano. Intervalos de nacimiento más cortos, fecundidad alta, aprovisionamiento sostenido en niñez. Un correlato de estos datos es en aumento en rango geográfico a 1.5 MA AP, cuando H ergaster desplaza a los A. de la mayoría de su territorio, se desplaza a nuevas áreas en África, y sale del continente hasta llegar por el este hasta Indonesia, y al norte a latitudes 45-50°.
La mayoría dice que el cambio en dieta fue crucial a la evolución de Homo temprano. El problema es identificar los recursos involucrados y mostrar como su explotación llevo a los cambios indicados.
The hunting hypothesis
Idea de que la caza llevo a la emergencia de Homo tiene una larga historia. Lo más reciente confía en el modelo de Washburn (50- 60s) que se basa en contrastes entre humanos modernos forrajeros y chimpancés y otros primates. Se subrayo: cerebros grandes, herramientas, caza masculina, familias nucleares con división de trabajo, patrón de aprovisionamiento juvenil extendido- todo típico de cazadores recolectores, pero sin saberse en otros primates.
Washburn atribuye este patrón a cambios de hábitat por el clima. Temperatura más baja, mas aridez, expansión de sabana y reducción de selvas (menos plantas, pero más herbívoros grandes). Aumento de caza favorece más inteligencia, cerebros grandes, más dependencia en tecnología. Los cerebros grandes causaron un dilema obstétrico para madres, haciendo que los bebes nazcan más temprano y más dependientes. Cuidarlos hizo que las mujeres dependieran del éxito cazador de sus parejas. Consecuentemente se formaron familias nucleares, división sexual de trabajo, aprovisionamiento paterno. La fertilidad femenina y la supervivencia de los hijos mejoraron. Aumento el periodo de dependencia juvenil, así como la habilidad de aprender, y la flexibilidad de comportamiento.
Soporte arqueológico
La arqueología jugó un papel clave en el desarrollo de esta hipótesis. Excavaciones de Leakey, Isaacs, etc. llamaron la atención a sitios con tecnología simple asociada a restos de animales grandes. Isaac (1970) los identifico como campamentos base, similares a los etnográficos, por lo que se les adhirieron elementos adicionales del patrón humano moderno, familias nucleares, etc. La coincidencia entre el fechado estos sitios y el de fósiles de Homo tempranos fue para muchos un fuerte apoyo a la hipótesis de cazador.
Algunas objeciones fundamentales
Ese argumento fue desafiado de muchas formas, las dos más importantes siendo:
1) basada en observación de que en grupos modernos las practicas de cazar y compartir carne es inconsistente con el objetivo de proveer a la familia. Los Hadza son un buen ejemplo: ni el esfuerzo del cazador ni su tasa de éxito afecta la cantidad de comida que recibe de otros. Si estuvieran preocupados principalmente en alimentar a sus familias, lo harían mejor consiguiendo recursos más amplios (animales pequeños, plantas). El hecho de que raramente adopten esa estrategia indica otro objetivo en la caza de animales grandes, que afecta a su status relativo con el de otros hombres. Estas observaciones y las de otros grupos menosprecian lo que se creía era soporte etnográfico de la hipótesis de caza.
2) la segunda objeción: la interpretación de los sitios como evidencia de caza y central place foraging. Isaacs mismo dijo que el componente de caza está abierto a preguntas por la ausencia de armas proyectiles. Los críticos impulsaron mas la objeción, diciendo que no hay evidencia arqueológica de caza temprana ni campamentos base. Binford (81) sugirió que las asociaciones eran por procesos no humanos. Donde sí se indicaba relación hominina con los huesos es en los que están marcados. Binford propone un carroñeo marginal, y sin evidencia de compartir comida. La caza y las inferencias relacionadas de las familias nucleares quedan descontadas por completo.
The current state of play
La primera objeciones tenido poca reacción porque hay escepticismo acerca de la relevancia de la etnografía en preguntas sobre evolución temprana de homínidos. Si hubo muchos esfuerzos en responder a la crítica de Binford, queriendo llegar a mejores inferencias del comportamiento humano en los sitios tempranos. Mucho de este trabajo ha sido actualistico, investigación sistemática de procesos responsables de la creación de sitios en el presente. Como resultado de esto, se está de acuerdo que la mayoría de los sitios tempranos (como los de Leakey e Isaacs) son producto de comportamiento hominino: adquirieron animales o partes, los movieron a estos lugares y les sacaron la carne con herramientas simples de piedra. Más allá de esto, hay muchas opiniones. Generalmente se favorecen variantes de los modelos de Isaac o Binford. Los sitios que se habían identificado como campamentos son vistos como:
-lugares centrales a donde se llevaban alimentos (obtenidos por caza o carroñeo agresivo).
-acumulaciones cercanas al lugar de muerte a donde llevaban cantidades más pequeñas de carne (carroñeo pasivo).
Los que favorecen el modelo “central place” consideran que la carne y medula eran compartidas, pero mayormente evitan inferencias acerca de las relaciones de pareja y reproducción. Los que sustentan el argumento “near-kill accumulation” consideran que la cantidad de carne adquirida era probablemente demasiado pequeña para compartir, pero como los anteriores, tampoco hacen más inferencias sobre otros comportamientos.
Además de los arqueólogos, hay otro grupo en este debate, con argumentos dirigidos a una audiencia más amplia, pero con menos sofisticación arqueológica, y ven la evidencia como se presento por primera vez.
Preguntas emergentes
Resolver las diferencias de opiniones del comportamiento en el RA es crucial para la evaluación de la hipótesis de caza. Si Binford tiene razón, y la evidencia es de carroñeo pasivo, no pudo haber suficientes nutrientes para sostener los cambios en el H ergaster. Las inferencias de familia nuclear y división del trabajo desaparecen también. Hay que prestar atención a explicaciones alternativas.
Incluso si lo que dice Binford es incorrecto, y la evidencia muestra que se cazaba y compartía comida en bases, la etnografía moderna hace una pregunta importante: ¿con que frecuencia tenían acceso a presas grandes? Los jóvenes necesitan que se los alimente, y según la hipótesis de caza, los hombres eran los que lo apoyaban; sin embargo, los cazadores africanos de hoy no pueden satisfacer esta necesidad. A menos que los H ergaster adquirieran carne mas regularmente que los Hadza, los grandes cambios que sufrieron en dieta, historia de vida y geografía reflejan acceso elevado a alguna otra fuente de alimento. Esto nos lleva a un análisis de la arqueología.
Archaeological evidence
Evidencia de explotación de presas grandes en el Rift de África del Este se encuentra en: Olduvai, Koobi Fora, Peninj, y más. Se encuentra fauna asociada con herramientas de piedra simples, a veces con marcas de corte. Generalmente se acepta que son agrupaciones de alta densidad.
Adquisición de presas
Presas grandes, o partes de ellas, pueden adquirirse cazando y/o carroñando. Recientemente, el carroñeo agresivo ha sido más considerado entre arqueólogos que favorecen alguna versión de la hipótesis de caza. Tomando cualquier evidencia de consumición de carne, el carroñeo pasivo parece siempre ser una de las tácticas empleadas.
La pregunta clave es si se podían obtener presas en condiciones completas (por caza o carroñeo). Esto se estudia a partir de dos tipos de evidencia: la frecuencia relativa de partes de cuerpo y los patrones en daños causados por carnívoros y homininos en esas partes.
-Representación de partes de cuerpo: la mayoría de los sitios muestra mas cabezas y extremidades, lo que algunos ven como evidencia de caza (efecto Schlepp), asumiendo que si era pro carroñeo, llevarían otras partes del cuerpo a la base. Críticas: los grupos etnográficos no mueven las presas según el modelo de Schlepp. Eliminando este modelo, deja los argumentos de caza basándose en la representación de partes sin fundamento.
Un argumento contrario, que los homininos adquirían grandes presas a medio consumir es mas garantizada. Quizás los homininos se llevaban las cabezas y los huesos largos a un sitio cercano para abrirlos y consumir su contenido. Si los recursos eran explotados rutinariamente, se podían formar assemblages como los de los sitios arqueológicos. El problema de este argumento es que no considera los efectos de los consumidores secundarios, como las hienas.
Las representaciones sustanciales de pelvis implican mucho sobre el tiempo de adquisición del cuerpo, ya que sin carne no tienen valor, y son consumidas primero por los carnivoros. Que las movieran de lugar sugiere que por lo menos a veces tenían acceso temprano a las presas.
-Damage morphology: se dañan los huesos al descarnarlos, y la variación en el tipo de daño puede reflejar el orden de acceso para consumo. Acá hay una lista en pag 846 de las proporciones de marcas de corte y dientes en distintos experimentos. Hay señales conflictivas en los sitios, en algunos hay grandes cantidades de cortes, que descartan el carroñeo pasivo, pero grandes cantidades de marcas de dientes indican involucración carnívora temprana.
Aunque no tenemos datos experimentales modernos, creemos que el carroñeo agresivo por presas en estados variables de integridad generarían los patrones reportados.
Home bases vs. Near-kill accumulations
El agrupamiento es una señal de transporte y acumulación por algún agente. Se descartaron procesos fluviales y carnívoros no humanos, por lo que solo queda la opción de homininos. La noción de que eran campamentos base se basa en el alto número de animales, la diversidad taxonómica y la proporción alta de extremidades. Estos criterios a los autores les parecen ambiguos.
El modelo de acumulación cerca de la matanza toma dos formas: Potts se basa en la competencia entre carnívoros por las presas, que dice que para evitar la atmosfera competitiva, mueven a los animales a lugares cercanos más seguros. El uso redundante de algunos lugares se daba por herramientas dejadas ahí de antemano. Aunque hay elementos atractivos, la hipótesis de piedras guardadas no es clara, ya que sería más cómodo mover piedras hacia la carne, que al revés.
La otra alternativa se basa en el modelo de Binford de “routed foraging”. Los homininos visitaban un rango de lugares buscando comida. Visitas recurrentes a través del tiempo a lugares donde los predadores cazan mucho, y moviéndolo a zonas con sombra, llevo a acumulaciones de huesos.
Acá explica como hacen los Hadza. Cuanto más grande el animal y más grande la distancia a la base, y menor cantidad de gente para ayudar, es más probable dejar mas huesos en el lugar de matanza, o un lugar cercano. Dejan sitios arqueológicos cercanos a agua, con restos de presas individuales, hay taxa de diversos hábitats y dominan los fragmentos de cabeza y extremidades.
Muchos de los sitios arqueológicos estudiados tienen características similares.
Frecuencia de acceso
Puede verse de dos formas: primero estimando los periodos de tiempo en que se acumularon los huesos; la segunda, calcular la adquisición de presas grandes en cazadores modernos.
Tasa de encuentro de presas muertas: hay factores que indican que los valores de biomasa y encuentro de presas pueden haber sido más altos en esta época que los estimados modernos.
Tasa de adquisición de presas: depende de la capacidad de interferir con la competencia. Los Hadza lo hacen con arco y flecha, pero sin estas armas sería difícil. Los homininos podrían haber espantado a los carnívoros si tenían ventaja de número.
Si las oportunidades de carroñeo sucedían cerca de puntos de agua y si podían aprovecharlas, a través de los años pudieron acumularse huesos. Pero en casos como Koobi Fora, esto es poco probable.
Discusión
Explica de nuevo la hipótesis de caza y dice que a pesar de los desafíos a la información e interpretación, el modelo sigue siendo favorecido. Habiéndolo analizado, podemos hacer tres preguntas: ¿cazaban y llevaban la presa a campamentos para compartir? si no es asi, y lo que hacían era carroñar y consumir cerca del lugar de matanza, ¿puede contar esto para la evolución de Homo temprano? Si no, ¿Cómo explicamos las coincidencias entre la aparición de Homo y la aparición de acumulaciones de hueso?
Caza y campamentos base
Las acumulaciones más antiguas que 500 ka no muestran la evidencia clara de caza ni campamentos que muestra la información del paleolítico medio y superior. La evidencia es más consistente con carroñeo oportunistico. El registro material de Homo es inconsistente con la caza y los campamentos base.
Carroñeo y Homo temprano
Aunque no hay evidencia de caza, si la hay de explotación de animales grandes, desde 2.5 ma, pero particularmente después de 1.9 ma. La coincidencia con las fechas de Homo hacen preguntarse si una versión modificada de la hipótesis de caza que incluya acceso a carroña pueda explicar la complejidad de H ergaster. La mayoría de los que sostienen esto no hablan de más comportamiento, pero hay excepciones. Maren/Potts dice que el cambio en hábitat hizo que compitieran mas con carnívoros, favoreciendo el aumento en tamaño de homininos. Según potts esto favoreció una maduración más tardía y la habilidad de operar en más ambientes. Nosotros rechazamos que el carroñeo lleve a aumentos de tamaño porque esta hipótesis, como la de la caza, asume que la carne era un componente clave en la dieta, tan importante que podría causar todos los cambios. Nuestro análisis rechaza esto. Otra razón para rechazarlo es que sugieren que la selección favoreció la madurez más tardía, junto con tasas de mortalidad adultas más altas. La información acerca de esto es que varían inversamente. Tasas más altas de predación interespecifica debería favorecer una edad más temprana de madurez.
Nos pueden criticar nuestro rechazo en dos puntos: presas grandes podrían haberse encontrado más seguido y confiablemente que lo que sugerimos, y que la mortalidad adulta no necesariamente debe haber subido. Igualmente, sostenemos que agregarle más alimentación a los jóvenes ergaster tendría el efecto opuesto, deberían crecer mas rápido y llegar a la madurez más temprano, lo contrario de la evidencia de H ergaster.
Explicación para las colecciones de huesos de animales grandes
Una explicación distinta es la importancia del status rival masculino entre primates, y la función de demostración de cazar y compartir en chimpancés y humanos modernos. Los chimpancés ‘piratean’ presas de otros predadores. Parece razonable que los australopitecinos hicieran lo mismo (algunos análisis confirman que comían carne).
Un aumento en aridez y estacionalidad hacia 2.5 – 2.8 MA Ap debería haber modificado esto. Los parches limitan la disponibilidad de recursos. Pudieron responder ensanchando su dieta, aumentando la búsqueda, o mejorando la tecnología de procesamiento. Todo esto combinado pudo haber producido un registro más visible.
H ergaster aparece hace 1.7 MA, o antes, en respuesta a cambios por el clima en el forrajeo en las mujeres, y el compartir de comida. Los recursos involucrados probablemente eran plantas (las evidencias no muestran que el ergaster dependiera mas de carne que el australopitecus; sin embargo, su tamaño lo ayudaría en competencia contra animales.
En cuanto a los peligros del carroñeo, la presencia del peligro y de una audiencia podría haber creado oportunidades irresistibles para que los machos mostraran sus habilidades en competencias peligrosas.
La evidencia arqueológica incrementada de presas puede ser resultado del ambiente en parche, que habría concentrado recursos en zonas determinadas, y hecho el registro más marcado.
Cambios en el RA de comportamiento carnívoro no responden a caza de los padres y familias nucleares, sino que reflejan dos procesos: cambio en el ambiente generado por el clima que hace el registro más visible; aumento en tamaño del cuerpo, también a causa del clima, que permitió que los humanos consiguieran más presas por carroñeo.
El aumento de evidencia de consumo de carne no es la causa de la evolución del H ergaster, sino su consecuencia.
Conclusiones
En los últimos 25 años colapso el modelo Washburn-Isaac a causa de nueva evidencia. Problemas clave del Plio-Pleistoceno: cambios dietarios, de tamaños corporales e historia de vida. El aumento de rango geográfico y los cambios de comportamiento indicados por las colecciones de huesos animales. Mucho del comportamiento parece ser por rivalidad/status, carroñeo como demostración. 

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