Guía de lectura
N°9
Krotz,
Esteban.
Utopía
7.1
Utopías y antiutopías.
Después
de muchas décadas en que le pensamiento utópico había adoptado
formas y rumbos diferentes, surge la novela política como
instrumento de denuncia.
Cita
obras de H. G. Wells como “Hombres como dioses” en donde esboza
la imagen de una sociedad utópica mucho as libre que en anteriores
ocasiones, pero no se libera de su esquema fundamental.
Otra
anti utopia del autor es “La gran bestia”, se muestra una
Inglaterra socialista en el año 2020: un pueblo sometido al Estado
totalitario donde la tradición occidental ya no puede generar un
cambio y este es esperado de los pueblos africanos y asiáticos.
Estas
anti utopías se encuentran en la tradición de las novelas políticas
que son usadas como armas para combatir las utopías populares
medievales y a los movimientos positivos herederos de esos sueños
durante el s. XIX.
Otro
tipo de anti utopías son aquellas que expresan los temores de un
rumbo que el mundo ha tomado y se anticipa un final caótico y
espantoso con base a ciertas tendencias y hechos observados en el
mundo actual.
- Foster, 1912, “La maquina se detiene”, donde los hombres pierden el dominio de las maquinas que han creado.
- Shelley, 1818, Nuevo Prometeo.
- Huxley, Un mundo Feliz.
En
esta última la sociedad se presenta como una sociedad totalmente
estable y organizada basada en los avances tecnológicos logrados
hasta entonces. La hipnopedia, la enseñanza mediante el sueño
durante la infancia, contribuye al mantenimiento de esta
estratificación: sesenta
y dos mil cuatrocientas repeticiones crean la verdad.
Trabajo y descanso, y el soma, la droga que es cristianismo sin
lagrimas, y que tiene toda las ventajas del cristianismos y del
alcohol sin ninguno de sus inconvenientes
y todos felices.
Cita
del libro: 2estabilidad. La necesidad primera y última. Estabilidad,
de ahí todo esto (…) este es el secreto de la facilidad de la
virtud: amar lo que uno tiene que hacer. Todo condicionamiento tiende
a esto: a lograr que la gente ame su inevitable destino social (…)
¿Qué es el individuo? Podemos fabricar otro nuevo con mayor
felicidad”
- Nueva visita al mundo feliz.
En
el segundo libro afirma como el avance tecnológico y político de
los años reciente ya había verificado parcialmente su horrorosa
visión de un futuro que el había proyectado originalmente para el
siglo XXVI:
“Un
mundo feliz… la pesadilla de la organización total, que yo situaba
en el siglo VII después de Ford, ha surgido del inocuo y remoto
futuro y nos esta esperando ahí mismo, a la vuelta de la esquina.
- 1984 de George Orwell.
El
mundo se encuentra dividido en tres superestados, aislados totalmente
entre si, en guerra continua y con condiciones sociales casi iguales.
Existe en los tres la misma estructura piramidal, idéntica adoración
a un jefe semi divino, la misma economía orientada hacia una guerra
continua. Su sistema de vigilancia perpetuo por medio de las
telepantallas, la omnipresencia del Gran Hermano y de la propaganda
política, su neolengua.
- Fahrenheit 451 de Ray Bradbury.
Al
igual que en la anterior el orden del futuro se presenta como el
resultado inevitable de un proceso tecnológico-económico y/o
sociopolítico; es un orden frente al cual el orden actual pareciera
ser inmensamente preferible.
La
visión del futuro de quienes las escriben es negra: el desarrollo
tecnológico desatado ya cada vez menos controlable, la evolución
aparentemente autónoma de las instituciones sociales, la agudización
creciente conflictos de intereses en el seno de la sociedad humana
tienden a llevar al caos, a la destrucción o a condiciones de vida
francamente infrahumanas. La única alternativa sugerida es el status
quo.
-El
viaje de mi hermano Alexej al país de la utopia campesina, 1920,
Alexander Chayanov.
En
este se explica al visitante de 1984 que no tuvimos la necesidad de
algún principio nuevo, nuestra tarea fue consolidad los antiguos y
centenarios principios
Otro
género son los que tiene elementos de viaje interplanetario, los
estados continentales o mundiales, los avances tecnológicos
increíbles, las relaciones sociales muy diferentes.
Las
mencionadas antiutopías contemporáneas no nacieron simplemente como
oposiciones a utopías existentes o con base en la extrapolación
pesimista de tendencias actuales del mundo occidental. Tienen que
interpretarse ante el trasfondo de movimientos y realizaciones
políticas que, tienen cierto origen utópico.
La
realización de las utopías son rechazadas por los representantes
del orden existente (Ej. caso de las comunas de los 60’
son todo ipies).
En
las contraculturas o culturas de protesta se muestra, aunque
restringida a una capaz social limitada en los países occidentales y
mas todavía en America Latina, en cierto modo, como depositaria de
elementos utópicos en el sentido original de la palabra: rechazo del
orden actual, indicación de sus momentos represivos, anuncio de la
posibilidad de un mundo diferente. Aquí cabe destacas el feminismo
como una utopia de grupo.
Peor
el impulso transformador queda sumamente limitado porque sus propios
criterios de identificación les impiden a estos movimientos el pode
incluir a sectores mas amplios de la sociedad.
Las
imágenes contemporáneas se presentan con cierta ambigüedad, por
otro lado, el movimiento utópico que ha constatado que sus impulsos
particulares no pueden realizarse sin estar integrados en un proyecto
mas global; por un lado, la realización del nuevo orden en un
pequeño universo voluntariamente limitado que se aísla de la
sociedad mayor existente, y por otro lado, la incorporación de las
realizaciones como partes de una estrategia que se nutre de la visión
de un mundo nuevo.
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