TAC - Zeanah, D.W. 2004. Sexual division of labor and central place foraging: a model for the Carson Desert of western Nevada. Journal of Anthropological Archaeology 23 (2004) 1–32
5.3.3.
Ecología del Comportamiento Humano
5.3.3
Zeanah, D.W. 2004. Sexual division of labor and central place
foraging: a model for the Carson Desert of western Nevada. Journal of
Anthropological Archaeology 23 (2004) 1–32
Los
modelos de subsistencia de cazadores recolectores muchas veces
implican que la influencia del foraging de hombres y mujeres varía
con el tiempo, pero no consideran como puede reflejar conflictos en
los intereses de subsistencia entre hombres y mujeres. Ejemplo de
prehistoria de Carson Desert sugiere que una estrategia
semi-sedentaria de recolección reemplazo a una estrategia móvil de
caza, como respuesta a una disminución de disponibilidad de presas
grandes. Implica que la influencia de hombres y mujeres cambio. Un
nuevo modelo considera como los H y M pueden conciliar intereses
conflictivos, de acuerdo con la disponibilidad de recursos, las tasas
de retorno y los costos de transporte. Una estrategia de caza parece
poco probable en Carson Desert.
Los
etnógrafos enfatizan la contribución del trabajo de las mujeres a
la dieta de los CR de la gran cuenca. Pero debaten si sirve la
analogía para la prehistoria. Muchos arqueólogos dicen que en el
Holoceno Temprano (10000 a 6000 AP) era importante la caza, y que
persistió hasta el Holoceno Tardío. Esto implica que la importancia
de los aportes de hombres y mujeres cambio a través del tiempo. Se
ha prestado poca atención a las implicancias en el comportamiento de
esa variabilidad.
Este
trabajo plantea una perspectiva evolutiva de la ecología del
comportamiento humano que reconoce que los hombres y las mujeres
pueden forage con distintos fines, y a veces entrar en conflicto.
Una
perspectiva de ecología del comportamiento de la división sexual
del trabajo entre CR
Muchos
antropólogos ven a la división sexual del trabajo como fundamental
en la subsistencia CR. Pero muchos asumen que los hombres y las
mujeres se benefician y participan igualmente en el aprovisionamiento
de los hijos. Esto no es así. Tanto H como M tienen la posibilidad
de invertir recursos en o aprovisionar a sus hijos, o en tener más
hijos. Deben ver los costos y beneficios de las alternativas para
maximizar el “reproductive fitness”
competencia reproductiva. Los beneficios difieren según el sexo. Las
mujeres tienen más beneficios en su rol de parentesco porque saben
con certeza cuáles son sus hijos, y tienen pocas posibilidades
reproductivas, que además son costosas y arriesgadas. Los hombres,
por el contrario, no tienen certeza de paternidad, pero pueden tener
más posibilidades de reproducirse, con menor costo y riesgo.
La
selección natural favorecerá estrategias reproductivas masculinas
que enfaticen esfuerzos reproductivos, y estrategias femeninas que
enfaticen inversión paternal. Las diferencias en fines de fitness
crean conflictos de intereses, que se expresan en la división sexual
del trabajo de subsistencia.
Aunque
hay casos que no son así, generalmente los hombres cazan animales
más grandes, mientras que las mujeres recolectan plantas y animales
más pequeños. La cría de niños restringe la movilidad. Pero aun
más importante es la variabilidad del retorno para la subsistencia.
Las mujeres deben aprovisionar a los hijos diariamente, por lo que la
incertidumbre de la caza de presas grandes puede hacer que prefieran
otros recursos más predecibles, aunque pequeños. También se
benefician cuando otro adulto alimenta a los hijos (ventaja de
emparejarse con un cazador). La fitness de los hombres se beneficia
cuando comparten ocasionalmente grandes presas, que provee
oportunidades de apareamiento, aunque sean de retorno bajo e
impredecible. Hay que analizar como las estrategias de foraging
reflejan los conflictos de intereses.
Una
reconsideración de la división sexual del trabajo entre los
foragers etnohistóricos de la Gran Cuenca
Los
etnógrafos vieron la división de trabajo, y la interpretaron como
un esfuerzo cooperativo para conseguir autosuficiencia de hogares.
Sin embargo no se ve tan claramente que esto sea así. Las presas se
superponían. Mujeres: antílopes, liebres, aves acuáticas, pescan y
cazan pequeños animales; los hombres: cosechan piñones, trigo, y
ayudan a las mujeres a cultivar y procesar pequeñas semillas. No
había una división tan fuerte como se creía. Era notable la
contribución de plantas a la dieta, la importancia de las mujeres
como proveedoras, el rol de las semillas y su almacenamiento para
sobrevivir periodos de escasez. Esto refleja la pobreza de
oportunidades de caza mayor en el área.
Los
hombres y las mujeres compartían el alimento diferencialmente. Las
mujeres buscan alimentar a sus familias, y no están obligadas a
compartir. Los hombres compartían la caza a muchas familias.
Todo
esto hace sospechar que tenían fines diferentes, unos quieren
reproducirse, otros alimentar a los hijos.
División
sexual del trabajo y sistemas de asentamiento y subsistencia en el
Carson Desert
Antes
de los ‘80s no tomaban en cuenta el género. Aunque la evidencia
del holoceno temprano sugería una adaptación cazadora móvil,
creían que las zonas de humedales (wetlands) eran el punto de caza y
recolección.
Thomas
dice que tenían una movilidad logística y residencial alta para
procurarse recursos de muchos hábitats.
Kelly
introduce una perspectiva de optimal foraging al debate planteando
que las presas de tierras altas tenían un retorno calórico superior
que los de tierras húmedas. Estos últimos serian un recurso de
reserva. Sus investigaciones dieron que hubo un cambio de caza
terrestre móvil a recolección en pantanos sedentaria. Dice que
sería por un aumento de población. Serian más sedentarios con
movilidad logística. Las estrategias “limnomoviles” enfatizaban
los recursos de los hombres, mientras que los “limnosedentarios”
enfatizaban los de las mujeres.
Investigadores
de Intermountain Research modelan las presas de hombres y mujeres por
separado, asumiendo que la crianza hace que las mujeres no se alejen
de las residencias. Deben asentarse cerca de los parches de
recolección, y los hombres se alejan a cazar. Hacen mil análisis
que apoyan esto, de isotopos de carbón y nitrógeno, de
cross-sections de huesos, de coprolitos.
La
división sexual del trabajo es muy importante para entender la
ecología CR en el Carson Desert. El modelo limnosedentario implica
que la recolección de mujeres determinaba el lugar de residencia, y
las estrategias de movilidad de tanto hombres como mujeres. La
observación de Kelly del prestigio de compartir carne para los
hombres sugiere que puede haber algo más que eficiencia calórica
que determine las estrategias de abastecimiento. Tienen diferentes
beneficios y diferentes elecciones.
Modelando
el comportamiento de foraging de mujeres y hombres en el Carson
Desert
Es
un estudio que simula los comportamientos de CR usando un modelo del
ambiente del desierto Carson. Define 41 hábitats, y marca sus
productividades. Dividen los recursos según una escala o rango de
clases definidas por sus tasas de retorno.
Simulando
las tasas de retorno de mujeres y hombres en Carson Desert
Los
recursos se dividen en sets de aprovisionamiento de mujeres y
hombres. Los hombres obtienen recursos con mas altas tasas de retorno
calórico post-encuentro. Pero este ranking no cuenta costos de
búsqueda; los hombres tienen presas más móviles y raras, mientras
que las de las mujeres son abundantes, estáticas y fáciles de
encontrar. Calculan dietas óptimas y tasas de retorno para cada
hábitat, por estación y por género. Presentan tablas con los
resultados.
Tasas
de retorno relativas de hombres y mujeres
Las
simulaciones sugieren que las mujeres pueden llegar a tasas de
retorno más altas que los hombres en todas las estaciones, a pesar
de que los hombres cazaran presas más valiosas. Esto se debe a los
costos de búsqueda relativos para los dos. Entonces, los hombres son
menos eficaces. Durante el Neoglacial, mejoran las condiciones tanto
de hombres como de mujeres por las condiciones más húmedas, pero
los hombres se ven más beneficiados. Esto refleja la sensibilidad de
los recursos de los hombres en relación a los de las mujeres.
Tasas
de retorno de mujeres relativas a alimentos vegetales de bajo ranking
Puede
ser que las mujeres recurrieran a alimentos menos beneficiosos por
falta de disponibilidad de los más ricos, imposibilidad de llegar a
ellos, u otras razones. Pudieron almacenar alimentos de bajo ranking
durante los malos años. Hay evidencias en los huesos y dientes de
que pudo haber escasez de alimentos, a pesar de que generalmente son
saludables y robustos. Un objetivo de las mujeres habría sido
aprovisionar a los hijos durante los tiempos de escasez.
Superposición
espacial entre oportunidades de forrajeo de hombres y mujeres
Los
intereses de hombres y mujeres a veces entran en conflicto. ¿??
Objetivos
de forrajeo conflictivos y elección de parches durante el Holoceno
Tardío temprano
Lo
más impresionante es que los hombres etnohistoricos bajaran su tasa
de retorno total al especializarse en la caza, mientras que las
mujeres etnohistóricas y del holoceno tardío bajaron su tasa de
retorno por cosechar plantas de bajo ranking.
Parece
probable que los hombres ignoraran recursos vegetales de su set de
predación óptima porque recibían más beneficios reproductivos al
compartir mucha carne. Las mujeres, por otro lado, prefirieron
cosechar plantas por fuera de su predacion óptima porque así se
aseguraban la alimentación de sus hijos. Tenían distintos goles de
fitness. Tiene parches que varían en el tipo y proporción de
recursos, por lo que puede usarse el modelo de elección de parches.
Este modelo incluye los costos de búsqueda
Las
simulaciones predicen que las respuestas optimas de hombres y mujeres
a un aumento de abundancia de recursos son opuestas; mejores
panoramas de caza habrían hecho que los hombres ampliaran su
variedad de hábitats, mientras que anclaría a las mujeres a las
zonas húmedas.
Modelando
tácticas de zona central de forrajeo a la luz de conflictos de
genero
Este
es un tema de lugar central de forrajeo. Los habitantes etnográficos
ocuparon un lugar de parches de recursos. Hombres y mujeres hacían
viajes logísticos. Había que decidir donde forrajear y donde
establecer las bases residenciales. Reconocer los conflictos de
intereses entre H y M hace ver que no es tan fácil la decisión. Si
buscan distintas presas para lograr distintos objetivos, a quien hay
que beneficiar en la localización de los campamentos? Todos los
lugares tienen costos y beneficios (recordar que comparten comida,
así que no pueden perjudicar mucho a los otros). Puede asumirse que
eligen vivir en una zona central que ofrezcan las tasas de retorno
más altas posibles combinadas. Hace mil cuentas para calcular esto.
Discusión
La
simulación sugiere que una estrategia de asentamiento de
subsistencia orientada a la caza ha sido poco probable para el
Holoceno Tardío temprano en el Carson Desert. La mejor respuesta a
las circunstancias del momento seria aumentar la movilidad logística
de los hombres y atar a las residencias a los pantanos. Excepciones a
esto pudieron suceder cuando catástrofes interrumpieron la
productividad de los pantanos. Hay evidencias de que es la baja
productividad de pantanos y no la mejora de oportunidades d caza lo
que causo que las mujeres salieran del pantano ocasionalmente.
Implicaciones
regionales
Hay
que tener cuidado con las simulaciones porque se basan en datos
específicos para el Holoceno Tardío. Puede ser que en otros
momentos no se diera así. Unos autores dicen que la caza logística
de presas grandes aumento hace 4 mil años, junto con un aumento de
poblaciones, sedentarismo, dependencia en almacenamiento, uso
intensivo de plantas. Los foragers Neoglaciales habrían cruzado el
umbral en el que las mujeres satisfacían las necesidades básicas de
subsistencia, permitiéndoles a los hombres especializarse en la caza
como una forma de prestigio social. Sin embargo, los hombres aportan
a las mujeres recursos que no podrían conseguir fácilmente. Hace
unas críticas a los que hicieron este modelo.
Discusión
Debatiendo
si la contribución de la caza y recolección cambio durante el
tiempo, los arqueólogos de la Great Basin consideran si hombres y
mujeres variaron sus roles como proveedores de alimentos.
Adoptando
la posición de la ecología del comportamiento humano y usando la
teoría de forrajeo optimo como estrategia de investigación, ilustro
que papel tan central pueden tener los modelos de forrajeo como
teorías de rango medio para investigar división sexual del trabajo
en el RA. Los lugares donde se establecen los campamentos son útiles
para analizar esto. Se diferencia los patrones de asentamiento
basados en la caza de los basados en recolección. Los modelos de
lugar central de forrajeo que pueden predecir el lugar y contenido de
campamentos en diversos escenarios ecológicos son una herramienta
importante.
Usando
estos modelos, Zeanah dice que pequeñas variaciones en la amplitud
de la dieta no deben haber disparado los cambios (gender – related
shifts) en patrones de asentamiento y movilidad.
Los
arqueólogos deben prestar atención a los conflictos de interés
entre hombres y mujeres, especialmente en cuanto a la necesidad de
alimentar a los hijos.
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