Americana 2 - Dillehay, T. y Nuñez Atencio, L. (1988). Camelids, Caravans, and Complex Societies. En: Recent Studies in Pre-Columbian Archaeology, BAR International Series 421, Oxford, England.
Dillehay
y Núñez 1988. Camélidos, caravanas y sociedades complejas en
los Andes centro-sur
Modelo de desarrollo histórico de
transhumancia, intercambio por medio de caravanas y sedentarismo
Andes
Centro-Sur: sociedades caracterizadas por: modo de vida móvil de
cazadores recolectores desarrollándose en pastoreo, caravaneo y
agricultura. Producción e intercambio de productos especializados.
Esfera
de inferencia comercial y religiosa Tiwanaku: 400-1200 dc.
Andes
Centro-Sur: Bolivia, Norte de Chile y NOA
Los
datos del sur muestra menos desarrollo urbano y agrícola y menos
conflicto intragrupal.
No
hay casos de políticas muy centralizadas o expansivas.
Movilidad
caravanera-pastoreo particular a las circunstancias históricas,
ecológicas y culturales de todo el área.
Movimiento
definido primariamente por una relación conmensurable entre
población humana y poblaciones animales en un tipo específico de
comunidad construida culturalmente (humanos-camélido), como redes de
caravanas esparcidas entre asentamientos permanentes, en el
ecosistema diversificado de los Andes. En este sistema la
distribución de los beneficios del intercambio caravanero,
integración económica y armonía política (presumida) era no
simplemente distributiva pero desarrollada.
Se
puede sugerir que una vez que las poblaciones humanas, inicialmente
adaptadas al área durante el Período Paleoindio Tardío y Período
Arcaico temprano (10.000-1.800 aC), comenzó una caza estacional a
larga distancia y caminatas de recolección entre el altiplano y la
costa por parte de gente de tierras altas (highlanders) con la
domesticación de camélidos. Estas largas caminatas se desarrollaron
eventualmente en circuitos caravaneros a lo largo del año, más
cortas y frecuentes entre pequeños asentamientos basados en
agricultura en el altiplano, en los desiertos y montañas
transicionales y marginales y en la costa durante el Periodo Arcaico
medio y tardío.(1800-900 aC). Acompañando esta expansión
demográfica y económica estuvo el desarrollo regional de recursos
especializados, rutas de caravaneo a corta distancia, y asentamientos
axiales basados en la agricultura, asentados en áreas fértiles del
altiplano, el desierto y la costa. Asentamientos axiales
interconectados por rutas caravaneras en tierras altas y bajas luego
devinieron en circuitos de intercambio de liderazgo bajo el control
de señoríos locales o jefaturas. A veces entre el 200 dC y 500
fuerzas centrífugas económicas, religiosas y sociales que emanan de
asentamos mayores a lo largo del circuito de liderazgo y de las áreas
urbanas en el sur de Perú comenzaron a converger en el lecho del
Lago Titicaca, donde, en ese momento, el sitio Tiwanaku estaba
desarrollándose como una política regional y poder religioso
apoyado por una economía diversificada basada en pastoreo,
intercambio caravanero, pesca y especialmente en una agricultura
intensa de raíces y semillas. Esta convergencia contribuyo al
crecimiento urbano y la importancia de Tiwabaku por la sincronización
del comercio de intercambio, poder político y actividades religiosas
interregionales. Por lo tanto, la emergencia de Tiawanaku es vista
tanto como un estado que se desarrolla con una autoridad
centripetamente centralizada que se esfuerza en un control político
y económico sobre centros regionales alejados y como un asentamiento
axial primario centralizado centrífugamente por una red de
intercambio interior regional o distante.
El
modelo se discute en términos de desarrollos durante periodos
histórico culturales. Se presta más atención a Tiwanaku, debido a
que representa la culminación de siglos de desarrollo cultural en el
extremo norte de la región de Andes centrales, y porque provee el
nexo cultural con culturas de los Andes centrales mas influyente para
propósitos comparativos. Sin embargo, se debe ser tener en cuenta
que aunque Tiwanaku es la cultura mejor conocida arqueológicamente,
no se puede considerar como la cultura más representativa del área.
La influencia Tiawanaku se extiende solamente sobre regiones
seleccionadas y sobre unos pocos siglos. Otras culturas menos
conocida que existieron con anterioridad, durante y después de
Tiwanaku fueron a su manera contribuidores tan importantes al proceso
de desarrollo histórico de las sociedades y culturas de los Andes
Centro Sur. La historia de estas culturas ha sido generalmente
unificada por la falta de evidencia arqueológica a ha sido
enmascarado por la sobreestimación de la cultura Tiwanaku. El
alcance de este artículo excluye la discusión de estas culturas y
su registro arqueológico.
Interpretaciones previas
Hasta hoy en día no ha habido
ningún intento por formular un modelo histórico más amplio del
desarrollo cultural de las sociedades los Andes Centro-Sur. Sin
embargo, unos pocos autores han sintetizado los datos de regiones
particulares y de períodos de tiempo. Por ejemplo, la emergencia de
culturas precerámicas a lo largo de la costa norte de Chile y las
culturas cerámicas del NOA están bien definidas. La mayoría de los
investigadores se han focalizado en las razones por las cuales emerge
el Tiawanaku como un gran asentamiento. Desafortunadamente, se ha
levado a cabo poca investigación acerca de otras culturas
prehispánicas en el área.
Los
Andes Centro-Sur han sido conocidos mejor a través del Horizonte
Medio de Perú cuando se desarrollaron fuertes relaciones entre las
culturas menos conocidas del norte de Chile, Bolivia y NOA y las más
conocidas de Wari y Tiaanaku. El Horizonte Medio en la prehistoria
americana ha sido generalmente conocido como una esfera de influencia
Wari-Tiawanaku, presumiblemente con la primer cultura dominando las
tierras altas centrales y algunas áreas costeras de Perú y la
última influenciando primeramente áreas de Bolivia, norte de Chule
y NOA y sur de Perú. Ambas culturas se consideran que interrumpieron
las culturas regionales tempranas en sus respectivas áreas de
influencia trayendo su desaparición e introduciendo una organización
socioeconómica centralizada y diferentes formas de asentamiento de
forma urbana.
Se
concebía originalmente que la cultura Tiawanaku primero se expandió
a través de los Andes Centrales introduciendo un estilo cerámico
diferente y una nueva forma de asentamiento de naturaleza urbana
durante el Horizonte Medio. Sin embargo, debido a que el urbanismo no
se ha desarrollando aún en el altiplano de Bolivia y sur de Perú,
Tiawanaku no estaba considerado una fuente de este nuevo desarrollo.
Más tarde, se argumentó que el sitio de tierras altas de Wari, más
que Tiawanaku, fue el centro desde el cual emanó la mayor parte de
la influencia del Horizonte Medio. Basado en el análisis cerámico,
esta postura sostiene que el estilo Tiawanaku se extendió por medio
de proselitismo hacia Wari donde fue reinterpretado y luego
posiblemente difundido por la fuerza armadas.
Aunque
de que la relación socioeconómica y política precisa entre las
esferas geográficas y culturales Wari y Tiawanaku no esta bien
entendido, la evidencia actual sugiere que ninguno, tenía un control
duradero sobre el otro. Está generalmente aceptado, sin embargo, que
había un solapado temporal y espacial y una coexistencia entre Wari
y Tiawanaku en algunas áreas. También se ha asumido que ambas
culturas eventualmente siguieron el desarrollo típico desde aldeas
sedentarias agrícolas a culturas urbanas a nivel estatal.
Incorporado en este marco de desarrollo de Tiawanaku, hay una
relación entre sociedades altamente móviles, del altiplano, con
sistema de pastoreo y caravanas, El punto de vista de Browman
del
desarrollo de esta cultura en el altiplano merecen considerable
atención.
Browman
ha definido el concepto de un “modo altiplánico”, de integración
económica basado en redes de intercambio caravanero intensivas
extendidas a lo largo de diferentes zonas ecológicas. El ve las
raíces de este modo yaciendo en un patrón de agricultura de
semillas y tubérculos con pastoralismo suplementario de camélidos
desarrollado para la mitad del segundo milenio AC. Browman, como los
autores, además reconoce que la relación evolutiva cultural entre
pastoralismo y sedentarismo agrícola en los Andes es probablemente
muy diferente a aquel del Viejo Mundo, donde la domesticación animal
es reconocida como habiendo desarrollado a través del mundo en
áreas ecológicamente marginales en donde los cereales no podían
crecer. En los Andes Centro-Sur, el pastoralismo parece que se
desarrollo primero, luego “el cultivo de plantas se desarrollo en
áreas marginales para el pastoreo, donde los pastores se volvieron
al cultivo de plantas o donde el pastoreo era impracticable”.
Auque también piensan los autores que el pastoralismo tuvo primacía
sobre el cultivo de plantas, también piensan que los modos
económicos co-evolucionaron y que el desarrollo de agricultura
intensiva fue expandido debido a la necesidad de apoyo de
asentamientos sedentarios para el incremento de movilidad caravanera.
El
modo altiplano es a nivel de grupo, social y ecológicamente
específico. Esto es, Browman esta enfocado primariamente en los
diferentes tipos de mecanismos sociales y económicos divisados por
grupos en su esfuerzo por llegar a una diversidad de bienes
económicos en una zona ecológica básicamente uniforma y
geográficamente amplio- el altiplano. El ve el desarrollo de una red
de “alianzas” Inter.-grupo, especialización artesanal, mercados
periódicos, y empresarios todos conectados y apoyados por una red de
caravaneo de llamas, que integran el altiplano con varias zonas
ecológicas externas, como los mecanismos básicos que caracterizan
los aspectos más complejos de la adaptación humana y social a
tierras andinas de altas latitudes.
Se
supone que el comercio por caravanas de llamas fue controlado por
centros del altiplano hasta la emergencia de Tiawanaku durante los
primeros 4 siglos dc. Como el mayor centro de comercio económico y
de control político sobre regiones distantes. De acuerdo a Browman,
Tiawanaku desarrolló, a través del intercambio y la religión
proselitista un estado altamente centralizado y expansionista que
controló una porción considerable de los Andes Centro Sur y esto
ejerció una gran influencia en el norte de Perú.
El
modelo de Browman tiene sentido para explicar relaciones específicas
entre Tiawanaku y Wari, comercio entre diferentes áreas, y el rol
del ambiente del altiplano y economía en la operación urbana de
Tiawanaku; sin embargo, los autores lo consideran inaplicable a todo
el área por varias razones. Esta sesgados hacia la zona del
altiplano y hacia una sociedad estatal urbana. En zonas periféricas
a áreas de influencia Tiawanaku, el enfoque es que el concepto de
estado urbano más conducente a un mejor entendimiento de desarrollos
que tienen lugar a través de todo el área. A pesar de que algunas
tendencias expansionistas, como parafernalia ritual y religiosa,
pueden estar asociadas con Tiawanaku, no hay evidencia concreta para
mostrar que es el tipo de estado andino que generalmente conocemos.
Esto es, más que su iconografía, no hay otros indicadores de
estatalidad andina, como capitales secundarias o formas
arquitectuales estatales institucionalizadas en el área que yace
junto al lago Titicaca.
En
adición a la interpretación de Browman, el modelo de verticalidad
de Murra, que opera bajo la presunción que un asentamiento nuclear
manda colonias a zonas distantes para explotar recursos locales
directamente, ha sido usado en extenso para explicar la organización
social y económica de sociedades prehispánicas tardías en el área
bajo estudio. Mientras que esta modelo intenta establecer una
conexión entre asentamientos en los Andes Centrales y en el Lago
Titicaca donde surgieron sociedades estatales y donde los sitios
nucleares pueden ser identificados en el registro histórico y
arqueológico, la verticalidad no está considerada, en la opinión
de los autores, haber sido una estrategia organizacional importante
en los Andes Centro-Sur. Un problema con este modelo es que ha sido
invocado sin previa crítica para dar cuenta de la presencia de
rasgos foráneos en el registro arqueológicos de sociedad, Como se
ha notado en otros lugares, cualquiera mediante una combinación de
varias actividades, como verticalidades, redes de alianza, comercio a
larga distancia, y circuitos de caravanas, puede explicar esta
presencia. Los autores agregan que Browman también tiene dudas
acerca del patrón de verticalidad. El piensa que fue política y
económicamente difícil para los grupos del altiplano mantener
colonias del archipiélago a intervalos de cientos de millas fuera de
la región del altiplano.
Varios
investigadores han aplicado el modelo de Murra para el registro
arqueológico del área. Una interpretación es aquella de Rivera que
aplica estrictamente el modelo a el desarrollo temprano de las
culturas del norte de Chile y su relación con grupos del altiplano,
especialmente anterior y durante los tiempos de Tiawanaku. Su
interpretación no es tanto un modelo ecológico sino un modelo
social y político de la economía andina. Esto es, el tipo
particular de zona ecológica o serie de zonas bajo explotación por
cualquier grupo no es tan importante como las necesidades económicas
y tipos de organización socioeconómica y política y la integración
que ese grupo, o la población nuclear, debe haber desarrollado para
mandar y mantener colonias a través del variado paisaje de los
Andes.
Kolata
interpreta los Andes Centro-Sur casi exclusivamente des el punto de
vista de la región del lago Titicaca y del estado Tiawanaku. Para
Kolata, Tiawanaku es el núcleo de un estado expansivo que incorporó
áreas periféricas como el sur de Perú, norte de Chile, las tierras
altas de Bolivia, y el NOA. Tiawanaku es visto como desarrollándose
primariamente de una economía de excedente agrícola centrada
alrededor del lago Titicaca. Kolata ve también el comercio
caravanero a larga distancia jugando un rol central en la economía
de Tiawanaku pero solo en el desarrollo de interese del estado en
zonas periféricas. En este modelo, la interpretación Browman del
rol del intercambio de comodidades e ideologías para integra esta
zona de los Andes tiene menor importancia. En cambio, el ve control
de zonas periféricas ejercidas a través de colonización de tierras
distantes, a través del establecimiento de relaciones de
clientelismo con jefes a nivel local, y a través del control
subsecuente sobre regiones ecológicas distantes. A pesar de que el
modelo de Kolata explica mejor los eventos culturas que ocurren al
sur del lago Titicaca durante el periodo Tiawanaku, esta muy
confinado espacialmente y muy ahistórico en su enfoque como para dar
cuenta de la totalidad de los Andes Centro Sur. Su modelo presta poca
atención a ala organización de la existencia de regiones
culturales en tierras interiores y como estas pueden haber
contribuido al surgimiento del estado.
Circuito de movilidad: Pastoreo, caravanas y asentamientos agrícolas
Pastoreo se refiere a un sistema
económico de producción basado en una relación humana
conmensurable con grandes grupos de camélidos. Es una relación
única de interacción humano-animal centrada en un acompañamiento
de transhumancia de movimientos cíclicos de camélidos des una puna
a la otra, dependiendo de la estacionalidad de la conducta de
movilidad animal.
Además
del pastoreo. Hay otras estrategias económicas en los Andes
Centro-sur, como comercio, horticultura, y/o irrigación a pequeña o
gran escala. En la economía de la puna altas pocas tierras arables
estaban trabajadas para la agricultura de tubérculos resistentes a
las heladas y granos. En adición, el comercio caravanero permitió a
los grupos extenderse geográficamente para la explotación de
diversas zonas ecológicas a través de la puna y el alto altiplano y
en los desiertos de tierras bajas, bosque tropicales y zonas
costeras. En los valles ribereños de desiertos de baja altura, la
irrigación y el acceso a productos marinos a través del comercio
con grupos basados en recursos litorales era unan actividades
económicas primarias. Fue la combinación de estas diferentes
estrategias de economía productiva que eventualmente permitió que
las sociedades de los Andes Centro-Sur desarrollaran un sistema de
producción alimenticio, “agro-pastoral”, para practicar una
movilidad económica flexible, para expandirse espacialmente desde el
altiplano sobre las laderas orientales de la selva andina y hacia la
zona litoral de la costa pacífica, y devenir jefaturas como
aquellas encontradas en el prehispánico tardío de Perú y Bolivia.
Para
el propósito de definir la economía prehispánica y patrón
demográfico que consideran los autores ser el más característico
del área, se van a referir un modo de vida denominado circuito de
movilidad centrado en caminos de movilidad económica entre zonas
ecológicas y asentamientos axiales. Esto es, las sociedad de
pastoreo-caravaneo se movían en caminos de transhumancia fijos en
forma de espiral entre dos o más asentamientos axiales ya sea a lo
largo del vector puna-puna, vector puna-costa, o puna-selva. Un
factor clave aquí es que la dirección y el movimiento de grupos
caravaneros dependen de constreñimientos de población animal e
intercambio de productos a través de comercio caravanero en
asentamientos axiales localizados a través del paisaje natural y
social. Se dio continuidad y estabilidad al movimiento del circuito
caravaneo-pastoreo por asentamientos en ambos extremos del camino.
Para mantener estos movimientos en equilibrio, sus asentamientos
deben haber estado balanceado por asentamientos axiales fijos
relativamente homogéneos que ofrecieron múltiples recursos y
servicios desde su zona ecológica particular y por mercados donde se
intercambiaban los bienes. Los asentamientos agrícolas
semi-sedentarios a sedentarios en el circuito de movilidad del
patrón de pastoreo-caravaneo funcionaba para servir a :
- Como sitios de “colección” y “caída” que recibían productos de caravaneo y los redistribuían a nivel local o a nivel regional e interregional por medio del pasaje de bienes hacia otras caravanas llegando desde otras direcciones; y
- Como estaciones de apoyo logístico para mantener las caravanas (y rebaños de camélidos) para poder proceder a través del camino espiralado.
Dada estas condiciones, los
asentamientos semi sedentarios a sedentarios eran polos de
estabilidad que definían puntos de terminación y direcciones de un
movimiento en el circuito de caravaneo. Hipotéticamente hablando,
había un aprobable pequeña jerarquía socio política entre estos
asentamientos axiales, aunque deben haber diferido en el tamaño y
complejidad de acuerdo al número y capacidad de carga de las
caravanas y en la diferencia del arreglo habitacional de los
asentamientos. A medida que diferentes zonas ecológicas devinieron
más pobladas a través del tiempo, las rutas caravaneras
probablemente se expandieron en tamaño y longitud entre
asentamientos más grandes y conjunto de asentamientos en áreas
costeras y de altura importantes.
Un aspecto crucial del axioma de
asentamientos axiales no es lo que se dice acerca de los circuitos
caravaneros; es lo que se dice acerca de todas las cosas aparte de
estos circuitos. Este aspecto es la asunción implícita de que la
economía de los Andes Centro-Sur carecen de cualquier alternativa
efectiva para movimiento inter-zonal de diferentes productos por
caravanas y, fue aparentemente inaplicable tanto ecológica como
culturalmente. Mediante el uso de rutas caravaneras fijas, áreas
periféricas fueron traídas dentro de esferas económicas y sociales
de regiones de interacción económica. Estas grandes regiones no se
desarrollaron hacia centros urbanos pero devinieron “circuitos
líderes” en asuntos económicos y sociales. En este sentido, el
desarrollo de caravanas llevó al incremento de comercio y producción
de bienes locales y al desarrollo de zonas periféricas. En algunas
zonas, el crecimiento de artesanías básicas o sectores de alimentos
puede rastrearse en la forma más directa por medio de los
requerimientos para la construcción y, especialmente, para el
mantenimiento de sistemas de redes de comercio sustancial.
Además, cada circuito es visto como
teniendo sectores complementarios móviles (caravanas) e inmóviles
(asentamientos sedentarios) de la misma sociedad participando en las
actividades de producción anual. Cada circuito fue distinguido por
su propio territorio, y vectores o movimiento entre asentamientos
axiales y zonas, redes caravanera, asentamientos inmóviles, y
especialización económica,. El sector móvil de cada red se
conectaba con otros circuitos.
Sin entrar en detalle, una vista de
la organización geopolítica del área a través del tiempo no
revela un conjunto ordenado de territorios independientes
jerárquicamente organizados, muy demarcados uno de otro y
comprometido en relaciones Inter.-políticas a través de fronteras
bien definidas. Inicialmente, el área estuvo probablemente ocupada
por macrobandas y microbandas fusionándose u fisionándose durante
diferentes momentos del año en zonas altas y bajas en productividad
de recursos. Una vez que la agricultura fue establecida e incorporada
al circuito, jefaturas pequeñas locales probablemente se
desarrollaron en regiones anteriores al surgimiento de Tiwanaku.
Muchas jefaturas fueron eventualmente sujetas a la influencia de la
sociedad de Tiwanaku. Luego de la desaparición de Tiwanaku,
jefaturas similares fueron reestablecidas. Con excepción del período
Tiwanaku, el área no revela ningún desarrollo general por un cuerpo
político centralizado. Esto sugiere, anterior y luego de la
influencia Tiwanaku, es una red intercerrada de circuitos caravaneros
similares, asentamientos agrícolas y zonas deshabitadas y comercio y
lazos económicos y políticos, unidos en asentamientos axiales de
variado tamaño y solidez en puntos geográficos estratégicos del
paisaje y esparciéndose lateralmente para conectarse con zonas
periféricas secundarias. A pesar de que las regiones secundarias
eran tierras abiertas y limítrofes entres algunas zonas, las
fronteras no eran líneas claramente definidas sino zonas de
transición comunales- de contacto mutuo, comunicación y transporte,
esto es, hasta la legada de los Incas.
Esquema de desarrollo del
circuito de movilidad
La secuencia de desarrollo ha sido
descripta aquí brevemente como cinco órdenes de amplificación
temporal-cultural que siguió la practica Paleoindio de caza.,
recolección de recursos marinos recolección de plantas en zonas
ecológicamente localizas ya sea en el altiplano, puna, oasis de
valles en destierros o a lo largo de la línea de costa del Pacífico.
Amplificación 1: movilidad
inicial o exploratoria: periodo arcaico (800-1800aC)
Actividad en tierras altas
En términos del poblamiento inicial
del área, grupos basados en altiplano y puna ocuparon temporalmente
abrigos rocosos y cuevas localizadas en zonas estratégicas donde se
manejaron vías de caza-recolección en forma de cortas espirales. El
principal sustento de los habitantes de tierras altas fue
principalmente la carne de guanaco con una menor dependencia en
recursos vegetales y posiblemente peces de agua fresca y mariscos.
Durante la estación húmeda de las tierras altas y la estación
estival de la costa, estos grupos siguieron las rutas del guanaco en
valles ribereños descendientes hacia la costa para obtener recursos
marinos tanto por medio de intercambio con grupos costeros
residiendo en bahías o islas de gran productividad de recursos o a
través de explotación directa de zonas de baja productividad
desocupadas o secundarias. Por el 5000-4000 AC. Los habitantes de
tierras altas de la puna habían comenzado ha realizar viajes
regulares estacionales de larga distancia hacia poblaciones costares
designadas o hacia sus propios campamentos temporarios en zonas
secundarias alrededor de la costa,. Fue durante este período que se
estableció un patrón de transhumancia a larga distancia entre dos o
más zonas costeras y puneñas y probablemente ocurrió un
intercambio regular de productos entre los grupos aliados en cada
zona. Entre 4000-2000 AC, una incipiente domesticación animal y
producción de tubérculos llevó al surgimiento de asentamientos
semi a sedentarios en el altiplano. El advenimiento de la
horticultura estuvo acompañado por el surgimiento de las caravanas
de camélidos y circuitos de comercio más permanentes entre
asentamientos axiales aliados en tierras altas y la costa.
Actividad costera
Por el 8000 AC los grupos costeros
habían establecido explotaciones incipientes a lo largo del año de
recursos marinos a lo largo de entradas costera mayores y deltas
ribereños. La caza, recolección de vegetales, y la recolección de
piedras de las canteras en valles de ríos interiores fueron
actividades secundarias. El intercambio de productos fue establecido
con grupos de la puna que viajaban estacionalmente hacia la costa.
Por el 5000-4000 AC, la caza, recolección y el intercambio de
productos se había desarrollado a lo largo de la costa. El
incremento del comercio con los habitantes de tierras altas y otros
grupos costeros havia el norte y el sur, resultó en una
especialización económica en recursos marinos locales y productos
terrestres y subproductos. El cultivos de raíces y semillas,
mayormente obtenido por intercambio con habitantes de tierras altas o
posiblemente con grupos marítimos del norte de Perú, apareció y
una producción incipiente de plantas y es sedentarismo se desarrolló
en la costa.
Amplificación 2: movilidad
transicional o inicial (1800-900 AC)
Actividad en tierras altas
Los cazadores y pastores de las
tierras altas devinieron más eficientes en su explotación de zonas
de la puna y en su procuramiento directo de recursos terrestres y
marinos locales en zonas de productividad baja a lo largo de la
costa. Pequeños grupos agro-pastoralires comenzaron a ocupar de
manera permanente las zonas más fértiles y ricas en pasturas de las
tierras altas. Los habitantes de las tierras altas incrementaron su
comercio con grupos costeros para obtener ciertos recursos marinos
encontrados con poca abundancia en las zonas marinas secundarias. Los
asentamientos pequeños anules operaron en la puna, y se formaron
caravanas de larga distancia por habitantes de tierras latas. Además
ocurrió un incremento en el contacto y comercio entre diferentes
grupos del altiplano.
Pequeños grupos de las tierras altas
continuaron migrando a la costa durante la estación húmeda de las
tierras altas. Hubo un incremento en el tráfico caravanero e
intercambio de bienes entre grupos costeros viviendo en los deltas
ribereños más productivos agrícolamente y grandes bahías de la
costa y los grupos de las tierras latas.
Se formaron caravanas de comercio
especializados entre las tierras altas y las áreas costeras, los
habitantes de las tierras altas incrementaron su reconocimiento y
exploración de valles intermediarios y marginales y oasis. Rutas
adicionales de comercio se establecieron entre los asentamientos en
el altiplano, puna y zonas de su puna y entre cada una de estas y la
zona costera. Similares desarrollos económicos tuvieron lugar entre
la s tierras altas y zonas más al este en la selva así coma más al
norte en los Andes Centrales. El altiplano devino un nodo central
donde muchos de loa asentamientos axiales de altitudes altas estaban
localizados o donde convergían muchas rutas caravaneras. En adición
a la caza, recolección de plantas y pastoralismo de camélidos, la
agricultura del altiplano de una variedad de tubérculos y semillas
de plantas devino un suplemento económico anterior a la distribución
de cultivos tropicales.
Actividad costera
Los grupos costeros ocupando las
bocas ribereñas más productivas y los oasis bajos formaron un eje
permanente de aldeas basados en especialización económica y
comercio. Una mayor cantidad y mayor variedad de cultivos tropicales
y de tierras altas fue traído por el comercio caravanero. Durante la
fase inicial de este período, una economía tripartita basada en
elementos marinos, agrícolas y de comercio caracterizaban la costa.
Los asentamientos axiales agrícolas desarrollaron en los oasis de
desierto entre las tierras altas y la costa, resultando en rutas
caravaneras cortas entre asentamientos distantes.
Amplificación 3: Productividad
pre-Tiwanaku (900 AC-500 dc)
Este período se caracteriza por un
incremento notable de la población y una expansión demográfica de
asentamiento es la puna y alo largo de las costa. Por el 900 AC
muchas poblaciones regionales preveían diversos productos desde
diferentes zonas ecológicas de la puna, oasis de desiertos y la
costa y participaron en el circuito de movilidad de las caravanas de
comercio especializadas.
Actividad en tierras altas
A medida que aparecen más
asentamientos en la puna y otras zonas, se incrementaron las rutas
caravaneras en número y decrecieron en distancia para acomodar una
gran carga resultante de un incremento de la población y de la
incorporación de nuevos tierras al circuito caravanero. Además se
desarrollaron asentamientos axiales complementarios a lo largo de
puntos estratégicos del circuito caravanero entre tierras latas y
bajas.
Durante la última parte de este
período, se comenzaron a concentrar mayores asentamientos en
Bolivia, Chile y sur de Perú para concentrar su comercio caravanero
hacia el área del lago Titicaca debido a su localización geográfica
central y economías productivas agrícolas y pastoriles. También
hubo un incremento en el contacto e intercambio con grupos en el sur
de Perú, en el NOA y en las laderas orientales de los Andes. Debido
a la expansión de poblaciones humanasen zonas ecológicas marginales
del desierto intermedio, las rutas caravaneras devinieron más cortas
y se establecieron más alianzas intersitio.
Amplificación 4: convergencia en
Tiwanaku y post-Tiwanaku (500 dc-1400 dc)
Por el 200-500 dc se establecieron
las características urbanas del asentamiento Tiwanaku y de la
economía regional y la importancia religiosa del lago Titicaca. El
surgimiento de Tiwanaku como un nodo conglomerado de convergencia de
redes caravaneras regionales contribuyó hacia el desarrollo de la
región del sur del Titicaca en un centro económico líder para
circuitos caravaneros de larga distancia sirviendo a varias regiones
a través del sur de Perú., norte de Chile y NOA.
El grado al cual la religión y el
comercio Tiwanaku influenció como un mecanismo integrativo en los
Andes Centro sur no es muy claro. Anterior al surgimiento de
Tiwanaku, muchos items rituales, como tabletas, piedras preciosas,
escultura y cerámica, fueron favorecidas por instalaciones de
comercio. Comenzando alrededor de 400-500 dc, un estilo artístico
Tiwanku, con varios motivos de diseños, apareció en estos y otros
bienes locales en sitios seleccionados a través del área. La
presencia selectiva de un estilo estilístico único y heterogéneo
en la ausencia de arquitectura relacionada de Tiwanaku y planeamiento
aldeano sugiere que la influencia Tiwanaku no fue establecida por
medio de una fuerza religiosa centralizada y dirigida por el estado.
Es más probable que esta influencia esparcida por medio de ordenes
religiosos previos. Este orden, que fue compartido por asentamientos
y previamente construidos a través del intercambio de bienes
rituales, aparentemente encontró un centro religioso-comercial en
Tiwanaku a través del cual fue proselitizado. A través de su esfera
de influencia y actividad Tiwanaku proveyó acceso a productos nuevos
y terminados, primariamente en la forma de ideología ritual y una
mayor selección de parafernalia ritual.
Puna boliviana y chilena y la
costa Pacífica
Durante el espacio de tiempo entre el
500-1200 dc, la influencia Tiwanaku llevó a un incremento en la
cooperación económica y alianzas políticas entre las áreas
urbanas del sur de Perú y lasa sociedades agropastoriles en la
región del lago Titicaca y partes del resto de las tierras altas de
Bolivia y NOA. Los asentamientos basados en agricultura urbana, con
grandes poblaciones y redes extensivas de intercambio en Perú,
atrajo el comercio desde regiones del sur proveyendo productos y
servidos complementaros y diversos.
Los mecanismos de la influencia
Tiwanaku en estos territorios no son muy bien entendidos. Tiwanaku
puede haber ejercido influencia en asentamientos axiales existentes
para entender rutas caravaneras laterales para establecer nuevos
asentamientos en estas tierras. Por ejemplo, hay evidencia para
sugerir que una colonia del altiplano de Tiwanaku fue establecida en
el sitio de Alto Ramírez en el valle bajo de Azata en el extremo
norte de Chile para explotar directamente recursos en zonas de la
costa y desierto interior. No hay evidencia arqueológica directa
para indicar que estas colonias relacionadas con Tiwabaku controladas
políticamente en el valle de Azapa.
Desaparición de la influencia
Tiwanaku
Aproximadamente entre 1000 y 1200 dc,
un período de florecimiento regional se desarrollo en los Andes
Centro-sur que fue caracterizado por un contacto reducido con
Tiwanaku. Aquellos sitios que previamente han servido como centros de
influencia regionales dentro de la esfera de influencia Tiwanaku
ahora devinieron asentamientos axciales regionalmente independientes.
Las rutas caravaneras y las relaciones socioeconómicas entre
asentamientos axiales en tierras intermedias y marginales no cambió.
Solo la afiliación religiosa-comercial de Tiweaku ceso sus
funciones. Además, comunidades de la región del lago Titicaca
concentraron su comercio caravanero en un base más regional pero
continuando el intercambio con zonas costeras y de desierto del sur
de Perú y norte de Chile.
Cerca del final de este período, y
hasta la ocupación Inca, hubo una emergencia de jefaturas autónomas,
locales y regionales. Se formaron rutas cortas y condensadas, y se
evidencia conflictos armados entre jefes locales por la presencia de
fortalezas como competencia económica eventual dio lugar al
conflicto por accesos a zonas con mejores recursos de rutas
caravaneras y asentamientos agrícolas claves.
Discusión y conclusión
Es central para la reconstrucción
del desarrollo cultural de la prehistoria de los Andes Centro-sur la
relación histórica y demográfica entre movilidad y segmentos
sedentarios de poblaciones humanas. En los Andes Centrales el paso a
un desarrollo sociopolítico y económico más complejo fue ganado
por relaciones de dominante-subordinado bien demarcadas
jerárquicamente y una red de autoridad más centralizada y por una
economía agrícola más fuerte. El desarrollo de este paso en los
Andes Centro-Sur muestra menos relaciones centralizadas tanto
sociales como económicas. La gran excepción fue la cultural
Tiwanaku que ejerció influencia religiosa y comercial sobre la mayor
parte del área.
Otras sociedades deben haber
intentado expandir su influencia, por ejemplo, por medio de conquista
militar o por destreza económica. Hacia territorios vecinos y dejar
la fundación para la organización política y económica típica de
los estados de los Andes Centrales. La evidencia actual, sin embargo,
muestra que el área nunca estuvo unificada del todo. Ni siquiera en
el período Tiwanaku.
Tal vez, un factor clave, se
relaciona con tierra agrícola limitada, que previno el surgimiento
de un sistema de estado centralizado en los Andes Centro-sur y
promovió la cohesión interregional económica y social, fue la
posibilidad en un estilo de vidas caravanero-pastoreo y la relativa
descentralización geográfica y relaciones culturales de poblaciones
regionales unas con otras y con sectores móviles de poblaciones
regionales. Debido a que los asentamientos agrícolas de los Andes
Centro-Sur son relativamente pequeños y están más dispersos
geográficamente en comparación con aquellos de los Andes Centrales,
los intentos de centralización debieron haber tenido ciertos
problemas obvios de logística. La integración, y no la
centralización, fue alcanzada en los Andes Centro-Sur por la
participación de circuitos de caravaneo-pastoreo múltiples y
complementarios. Lo que unió el comercio caravanero y lo hizo
funcionar fue un acceso en grupo y participación armoniosa y un
sistema de intercambio cohesivo que distribuyó diversos bienes y
servicios desde diferentes zonas ecológicas a lo largo del paisaje
Andino.
Arqueológicamente hablando, se
esperaría que este patrón este representado por múltiples , o
“emparejados”, sentamientos axiales que comprenden partes de un
patrón móvil de asentamiento-subsistencia. También se esperaría
encontrar numerosos asentamientos exhibiendo rasgos materiales
mezclados de tierras altas y bajas indicador de co-residencia y
puntos de intercambio de bienes interregionales. Estos sitios han
sido encontrados a través del área. Es también posible que
existiera otro arreglo, pero no esta detectado en el registro
arqueológico aún.
El modelo propuesto por los autores
es de alguna manera inconsistente con aquel de verticalidad, o
altiplano, conquista, colonización y clientelaje, pero puede
relacionarse en parte con este. Han señalo los autores que la
verticalidad probablemente operó en los Andes Centro-Sur, pero solo
en momentos y espacios específicos, por sociedades específicas,
como las colonias de Tiwanaku en la costa del sur de Perú y norte de
Chile. El alejamiento básico de los autores del modelo de
verticalidad es, sin embargo, que ellos no ven la movilidad de
segmentos de ninguna población como habiendo sido “mandado afuera”
o controlado por segmentos de“núcleos” sedentarios de la misma
población. Ven la situación inversa en los Andes Centro-Sur, donde
los asentamientos sedentarios de la población estaban mantenidos y
controlados por los sectores móviles. Estos asentamientos dieron
estabilidad a la economía proveyendo recursos extras predecibles,
así como las colonias proveyeron a las zonas nucleares.
Contrastando el modelo de Browman y
el de Kolata con el de ellos, ellos notan que cada uno ve los Andes
Centro-Sur desde diferentes grupos de datos y diferentes variables.
Browman y Kolata parten desde el área del sur de Titicaca,
significativamente desde el sitio Tiwabnaku, donde sus datos son más
importantes. Ambos autores controlan menos datos de áreas
periféricas que se encuentran más al sur. Específicamente, Browman
interpreta el área desde un modelo comercial-religioso, focalizando
en el comercio de caravanas de llamas y pastoreo, mientas que Kolata
se concenta en lealtades económicas, agrícolas, políticas y de
comercio. El modelom de los autores, por otro lado, se apoya en
patrones demográficos y de asentamiento relacionados con la relación
entre circuito de comercio caravanero y asentamientos agrícolas,.
Una mayor diferencia en su modelo es que es histórico y ve el
desarrollo desde una base geográfica y cultural más amplia.
Mientras que Bromean, y especialmente Kolata están menos orientados
históricamente y mas orientados hacia el altiplano.
Además, no han intentado lidiar con
todos los aspectos de los patrones demográficos. Por ejemplo, no han
considerado de manera exhaustiva los resultados posibles de las
densidades de asentamiento en algunos territorios en cuestión en
ciertos períodos de tiempo. En ves, han estado interesados en un
solo fenómeno que existió- la expansión geográfica y el
desarrollo caravanero y ejes de asentamientos a lo largo de zonas
ecológicas variables. Además al ser obvia la posibilidad de
inversiones , cuando las distancias caravaneras y los números
decrecen por una razón u otra, se debe considerar. Además ven el
desarrollo de la agricultura y las aldeas como un estímulo hacia el
mejoramiento de subsistencia, y comercio. No estaría bien considerar
que este desarrollo agrícola interno es el único estímulo para la
expansión caravanera, ya que es muy probable que los contactos
comerciales con culturas regionales en Perú y otras áreas fueran
también importantes. Sin embargo, cualquiera sea la importancia para
las secuencias desarrollo tardío, especialmente para el crecimiento
de estos ejes regionales de asentamientos como San Pedro de Atacama,
no debieron haber sido relevantes en los estadios tempranos de la
secuencia formativa de caravaneo-pastores.
En conclusión, no ven el proceso
operando en los Andes Centro-Sur durante estos 10 milenios en
términos de un modelo de agricultura urbana, pero si en términos de
una estabilidad a largo término de una relaciona conmensurable entre
los camélidos y la combinación de un estilo de vida
móvil-sedentario. Su interpretación de las prehistoria muestra un
tipo de desarrollo lineal por medio del cual la gente se adaptó a
las condiciones limitadas proveídas por camélidos, producción de
granos y recursos marinos,.
En el sentido que los autores creen
que los cambios involucrados en la formación de una sociedad
pastoreo-caravanas resultó primariamente de modificaciones de y
adiciones a un patrón socioeconómico previo de forrajeo avanzado
construido durante el período paleoindio y Arcaico. Están de
acuerdo con Browman que “un rasgo distintivo del pastoreo de llama
y alpaca es que esta integrado en y generalmente mantenido por la
estructura de caza-recolección en donde se introduce.” Pero
también insisten en los factores externos (como hace Browman)- en su
caso la modificación del ambiente por medio de fuerzas extra
culturales- que pueden haber permitido el surgimiento de esta
situación inicial. No pueden sugerir que los cambios ambientales
importantes pueden haber disparado el proceso de desarrollo de una
sociedad de pastores-caravanero. Ya que no hay evidencia para ello,
hasta ahora, debido a que están defendiendo la idea de que el
arreglo demográfico integrado de camélidos, caravanas, y
poblaciones agrícolas, es un aspecto importante de la adaptación
humana y desarrollo socioeconómico, entonces que los cambios
ambientales deben haber afectado, por ejemplo, la distribución y
disponibilidad de agua y pasturas siendo esto dejado a
consideraciones futuras.
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