FONSECA- Caminos de adopción
Capítulo 2- ¿Qué significa un hijo? (continuación
de resumen hecho a mano)
Modelo dominante de familia (=clase media): centrado en la
familia conyugal. Los parientes consanguíneos tienen un papel
secundario. El niño como foco de la unidad conyugal, como vehículo
de un proyecto familiar a largo plazo. Preocupación por el
planeamiento y la continuidad como factores que construyen la
familia.
Modelo de familia en Porto Alegre: la familia conyugal está
inmersa en una red consanguínea que exige constantes demostraciones
de solidaridad. Estos lazos de sangre tienen mayor importancia que
las relaciones contractuales, como el matrimonio. La identidad
familiar no es construida, sino que surge a partir del nacimiento.
Los niños como partes integrantes del grupo. En este contexto, el
status de padre o madre adoptivos tiene poco sentido.
Causas del fin de circulación de niños en clases medias
(hipótesis): con las teorías de Freud y Spock se comenzó a
condenar la circulación de niños y entonces surgió una distinción
entre las familias respetables y las amorales.
Causas de acogimiento de los niños:
- Prestigio que se obtiene en las redes sociales.
- Placer de la convivencia con una criatura.
Capítulo 6- El dilema de la adopción en la sociedad de clases
”Fosterage”: transacción por la cual la
responsabilidad de un niño es transferida de un adulto a otro. El
niño deja la casa de los padres para vivir en casa de otros adultos
pero no pierde su identidad social originaria. Transferencia parcial
y temporaria. Responsabilidades repartidas: los padres biológicos
brindan al niño una identidad por filiación biológica, los padres
adoptivos los alimentan, les enseñan, etc. El bienestar del niño
depende del bienestar del grupo. ≠
Adopción formal: transferencia irrevocable de derechos de los padres
a otros adultos.
“Circulación de niños” o “Fosterage” en: Porto Alegre,
Oceanía, África.
Historia de la adopción: hasta el S. XX la adopción se refirió
a la transmisión de bienes, apellidos, títulos, etc. En la sociedad
romana tenía una gran importancia, pero en la Edad Media la adopción
decayó, debido a que los poderes centrales (señores feudales e
Iglesia) colocaban importantes obstáculos a la adopción. De esta
forma los bienes de muchas personas que no tenían herederos se
transferían a aquellos poderes (de hecho, las personas podían
encontrar más honores dejando sus bienes a la Iglesia que a algún
hijo ilegitimo o adoptado, ya que era una sociedad estamental y cada
uno tenía un lugar particular). A partir del S. XX, resurgió la
preocupación por la adopción y sus leyes, por la gran cantidad de
huérfanos que habían dejado las Guerras Mundiales. Pero, en
realidad, este resurgimiento proviene de las nuevas concepciones de
crianza y del papel del Estado en la vida privada. El Estado moderno
no colocó obstáculos a la adopción ya que su poder económico no
residía en los bienes de las familias, como sucedía con la Iglesia.
Por el contrario, el Estado moderno estaba preocupado por el orden
público y, entonces, por la “adecuada” socialización de los
jóvenes sin familia. El Estado intentaba ingresar al ámbito
familiar, haciendo suponer que estaba preocupado por el bienestar de
los jóvenes, para poder controlar a la población trabajadora.
Paralelamente, la psicología construyó la noción de “infancia”
como una fase crucial para el desarrollo de la personalidad adulta y,
entonces, dotó de una justificación “científica” a la moral
para la expansión del poder público.
Historia de la adopción en Brasil: pasaje de una práctica
antigua que presenta una gran cantidad de requerimiento, una
filiación aditiva y una importante desigualdad a una forma de
adopción muy accesible, de filiación sustitutiva y con una plena
igualdad de derechos. En este desarrollo se reconocen 3 principios
“modernos”: la centralidad del bienestar del niño, los
principios de igualdad y de la libertad individual (los padres
imponen al niño a los miembros de su linaje consanguíneo quieran o
no). Pero además se reconoce una paulatina consolidación de las
desigualdades ya existentes en la sociedad de clases, ya que mientras
que en un primer momento, con la filiación aditiva, existía una
filtración abierta de la familia rica hacia la familia pobre, con la
filiación sustitutiva se suprime la posibilidad de un vínculo entre
ambas familias y, en consecuencia, se evita la redistribución de las
riquezas.
Adopción plena y “familia moderna”: la noción de adopción
plena se encuentra estrechamente vinculada a la noción de “familia
moderna”, que surgió entre la burguesía en el S. XVIII. Esta
noción de “familia moderna” coloca al niño en el centro de la
familia conyugal y de los proyectos de la misma. El niño es visto
como un ser en formación que requiere de atenciones especiales. De
esta forma, la socialización dejó de tener como escenario la calle
y se introdujo en un contexto formado por la familia conyugal y su
complemento y la escuela. Estas modificaciones son consecuencia
social de un contexto histórico que implica un cierto nivel de
confort material, un Estado central capaz de garantizar la seguridad
de sus ciudadanos y una escuela institucionalizada y eficaz.
Caso brasileño: en el sistema de “circulación de niños”,
el niño tiene la identidad de los padres biológicos aunque se
encuentre a cargo, durante un tiempo, de otra familia. En este
sistema, la fragilidad infantil es vista en términos materiales (de
salud, etc.) antes que psicológicos. Entonces, estos niños se
encuentran dentro de un sistema de “dones” y “contrapones”,
ya que la familia que cuidó del niño espera, cuando él sea grande,
que cuide de ella, por ejemplo. Sin embargo, esta práctica no evita
siempre las instancias legales (p.e.: a veces, los padres adoptivos
adecuan las leyes vigentes y registran un niño que es de otra
familia como si fuera de ellos, ya que, en general, los padres
biológicos no se preocupan demasiado, durante los primeros años del
niño, de registrarlo). En conclusión, existe un desarreglo entre la
ley y las prácticas.
“Abandono”: el privilegio que otorga el “sistema moderno”
a los padres adoptivos sobre los biológicos ha recibido diversas
justificaciones:
- Prevenir el infanticidio, ya que, en general, los niños dados en adopción provenían de adolescentes que concebían a su hijo como un obstáculo.
- La “caridad” de las madres adoptivas frente al “noble” sacrificio de la progenitora.
Estas justificaciones son usadas para eliminar todo rastro del lazo
que podría existir entre el niño y su madre biológica.
Pero esta oposición entre madre adoptiva y madre biológica, en
realidad, proviene de una visión freudiana sobre le buen desarrollo
psicológico del niño.
Como en la actualidad los moralistas han adoptado esta visión
freudiana y consideran que el mejor escenario de formación del niño
es su familia biológica, condenan el “abandono”. Sin embargo, la
ley se aprovecha de la fragilidad de ciertas mujeres que, en realidad
dan en adopción a sus niños por cuestiones económicas, anulando su
condición de madres. Muchas de estas mujeres, en efecto, no conocen
verdaderamente la ley y no ven en este acto un “abandono”.
Bienestar y problemas en torno a los niños: tanto en el sistema
de adopción como en el de circulación, los niños mejoran
notablemente su condición. La diferencia reside en que en el sistema
de circulación el niño no pierde su identidad biológica. Sin
embargo este sistema de circulación tiene ciertos problemas: la
fragilidad del lazo entre los padres adoptivos y los niños adoptados
provoca que ante cualquier problema, los padres adoptivos decidan
devolverlo a los padres biológicos; por otra parte, el niño, cuando
crece, puede olvidar y “abandonar” a sus padres adoptivos.
La discriminación entre hijos “legítimos” e hijos de crianza en
Porto Alegre no es vista como una injusticia.
Noción del tiempo: en la “familia moderna” el niño es
considerado como el centro de la familia conyugal y como el objeto de
un proyecto a largo plazo que requiere de una inversión coordinada y
continua de los padres. Esta es una visión lineal del tiempo que no
se presenta en el Porto Alegre, donde existe una serie compleja de
factores, como la inflación, el desempleo, etc., que no dependen de
las personas. En consecuencia, las familias no piensan constantemente
en la formación del niño. Si bien este es considerado como una
fuente de afecto, de relaciones sociales, no se lo considera como un
ser cuya formación y construcción se realiza a través del tiempo.
Adopción internacional: la “comercialización” de niños es
considerada muchas veces como crimen. Sin embargo, la adopción
internacional sirve para absorber los niños de difícil absorción
(p.e.: negros). Además, en los países del Primer Mundo, la cantidad
de niños adoptables disminuyó considerablemente, con lo cual, la
adopción internacional aumentó en gran cantidad.
Conclusiones: se reconoce, entonces un paradoja en el contexto
contemporáneo: el principio igualitario por el cual el hijo adoptado
es considerado con igualdad frente al hijo “legítimo” es
aplicado a una sociedad de externa desigualdad, reforzando a esta
última, ya que se suprime la posibilidad de redistribución de las
riquezas. Entonces, se deberían replantear ciertas cuestiones en
torno a la adopción para elaborar un nuevo sistema que beneficie el
“bienestar del niño”, que no atropelle los derechos de los
padres biológicos, ya que con el actual sistema mientras se promueve
el “bien” a una parte, se “atropella” a la otra.
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