Americana 2 - M. E. Alfaro Castro y N. Bernal Felipe - Fábrica San JoSé. Una aldea del Formativo Oxaqueño
M.
E. Alfaro Castro y N. Bernal Felipe - Fábrica San JoSé. Una aldea
del Formativo Oxaqueño
Resumen:
Descripción
del sitio arqueológico Fábrica San José: se ubica en un pie de
monte del valle de Etla; fue un sitio de tercer orden socio-político
que comenzó su crecimiento en la fase Guadalupe y fue prácticamente
abandonada en la fase Monte Alban I. La cercanía a un área boscosa
y a fuentes minerales que facilitaban la extracción de sal, al
parecer permitió que sus habitantes ejercieran una explotación
distinta a la de otras aldeas del Valle.
En
este trabajo se incorporan los datos del análisis osteológico de
los entierros recuperados en las excavaciones de Drenan, efectuadas
en los años setentas en Oaxaca, que aportan información sobre las
condiciones de vida, salud y estrés ocupacional de sus antiguos
pobladores.
Palabras clave:
Oaxaca, periodo Formativo, condiciones de salud, actividad
ocupacional.
Introducción:
Durante el Formativo medio (850-700 aC) la
complejidad social se incrementó considerablemente en la región de
los Valles Centrales Oaxaqueños, destacando el rápido crecimiento
de algunas aldeas que se distinguieron por su jerarquía
socio-política, entre las más destacadas está San José Mogote.
Por la cercanía de Fábrica San José con San José Mogote se cree
que estuvo bajo su influencia directa y que participó en su
abastecimiento.
Fabrica San José:
El sitio se localiza en el Valle de Etla a
escasos cinco km de San José Mogote –uno de los asentamientos más
grandes del Formativo oaxaqueño– (figura 1). Contó con una
excelente ubicación en tierras de alto potencial agrícola y una
vasta área boscosa, así como una excelente afluencia de agua de los
ríos y una beta de travertino. El Formativo temprano abarca de 1400
al 850 aC; el Formativo medio, del 850 al 550 aC; mientras que el
Formativo tardío y terminal va del 550 aC al 100 dC (Marcus y
Flannery 2001). Fábrica San José fue una aldea de tercer orden
socio-político, carente de edificios públicos, por lo que Drennan
propone que participó en los actos públicos efectuados en los
templos de San José Mogote y colaboró en su mantenimiento.
La
evidencia arqueológica señala que durante el Formativo temprano
pudo haber sido un lugar de paso, visitado esporádicamente por un
reducido grupo que acudía a procesar sal y recolectar aguacates, por
lo que llegó a tener una ocupación permanente en el Formativo medio
y fue prácticamente abandonado durante el Formativo terminal.
Algunas de las unidades domésticas muestran variaciones de estatus,
vistas a través de las diferencias en la construcción de las casas
y un elevado porcentaje de vasijas o vasos con decoración incisa de
tipo atoyac amarillo-blanco o gris fino; una mayor cantidad de
objetos de materiales exóticos o foráneos como el jade. Las
familias de posición inferior poseían mayor porcentaje de jarras y
otras vasijas de almacenamiento. Los entierros más ricos de
principios del Formativo medio corresponden a individuos de sexo
femenino, por lo que Drennan sugiere que pudieron haber sido miembros
de elite de San José Mogote que se unieron con dirigentes de Fábrica
San José para estrechar lazos entre las dos comunidades.
Modo de Subsistencia:
Principalmente agricultores y cazadores, pero
tomando ventaja de la cercanía de la fuente de agua salina, pudieron
haber producido suficiente sal para abastecer a sus vecinos, su
proximidad a la zona boscosa parece haber favorecido las actividades
de cacería en Fábrica San José, ya que se recuperó una gran
cantidad de huesos de venado cola blanca, incluso mayor que los
encontrados en otros lugares de los valles centrales; así como una
mayor diversidad de especies. Las montañas ofrecían abundante
combustible.
De
acuerdo con el registro arqueológico la mayoría de las unidades
domésticas participaron en actividades de subsistencia
“universales”, que podrían estar relacionadas con el
procesamiento de sal para el curtido de pieles (fragmentos de
cerámica con concreciones calcáreas, restos de carbón) y el
procesamiento y elaboración de artículos de piel o cestería
(lascas, cuchillos, agujas, leznas, punzones y discos de cerámica
–malacates–) (Drennan 1976).
Materiales y Técnicas:
El fenómeno humano debe estudiarse desde una
perspectiva integral que considere la interacción entre elementos
medioambientales, culturales y la propia respuesta biológica
individual. Su desequilibrio puede repercutir tanto en lo individual
como en la población, ya que, por ejemplo, bruscos cambios
ambientales pueden ocasionar escasez de recursos o brotes epidémicos
con graves consecuencias en la salud o nutrición, mismos que pueden
influir negativamente la capacidad de trabajo, fecundidad o
mortalidad poblacional, ocasionando inestabilidad en las estructuras
sociales, políticas y económicas y, a su vez, estos cambios
culturales pueden repercutir en el ambiente natural.
De
este modo se analizaron algunos indicadores de estrés ocupacional
como: robustez de inserciones musculares, desgastes dentales no
relacionados con la alimentación, traumatismos y presencia de
lesiones degenerativas de tejido articular, siguiendo la codificación
propuesta por Alfaro (2002, 2006), que registra la presencia o
ausencia de estos rasgos, su grado de severidad y el patrón que
exhiben.
Resultados y Discusión:
Condiciones de salud:
Aunque
Drennan (1976) señaló ligeras diferencias de estatus entre las
unidades domésticas de esta aldea, los resultados muestran que
todos, con independencia de la unidad doméstica a la que
pertenecían, se encontraban expuestos de igual forma al estrés
ambiental. En el caso de los individuos subadultos, solamente
aquellos sujetos entre 0-4 años de edad mostraron un significativo
porcentaje de alteraciones en la salud. Estas lesiones suelen
asociarse con deficiencias nutricionales padecidas durante la
infancia. No es de extrañar que en esta aldea los niños menores de
cinco años sean los más afectados, ya que a menor edad el organismo
es menos tolerante a la escasez estacional de alimentos o a los
cambios climáticos bruscos; de igual manera es frecuente que los
lactantes padezcan problemas infecciosos gastrointestinales, sobre
todo durante el periodo del destete, que puede igualmente llevar a
una pérdida de nutrientes.
Por otro lado, la hiperostosis porótica se
observó en un porcentaje considerablemente alto, en 60% (3/5) en
mujeres y 62.5 (5/8) en hombres. De esto se deduce que todos los
sectores de la población estuvieron expuestos al riesgo de
infecciones. Son interesantes las diferencias entre hombres y
mujeres, pues observamos que 100% de las mujeres (5/5) presentan
caries, mientras que sólo 50% (3/6) de los hombres mostró este tipo
de lesiones (cuadro 2).
Las caries son defectos en el esmalte
producidos por la acción de bacterias; una alimentación con un alto
contenido de carbohidratos y una mala higiene dental favorecen el
desarrollo de placa bacteriana. Las mujeres en sociedades aldeanas
suelen ser las principales participantes en las tareas de recolección
de plantas, semillas y frutos, así como en el procesamiento de
plantas cultivadas, por lo que están en continuo contacto con
alimentos ricos en carbohidratos, los cuales pueden ser consumidos
mientras realizan las labores de abastecimiento y procesamiento de
alimentos, hecho que podría estar relacionado con la alta frecuencia
de caries registrada en los sujetos femeninos analizados. Por otro
lado, no puede obviarse la susceptibilidad biológica diferencial
entre sexos, ya que ellas pueden sufrir procesos de descalcificación
más severos que ellos a causa de los embarazos y el amamantamiento.
Resultados sobre el estrés ocupacional:
Como
ocurrió en las condiciones de salud, los resultados de la evaluación
de los indicadores de estrés ocupacional tampoco revelaron
diferencias significativas entre los individuos con respecto a su
unidad doméstica. La mayoría, sin importar el sexo o la edad,
presentó en los diversos músculos registrados una tendencia de
inserciones moderadas a marcadas, lo que reflejaría que en todos los
grupos de edad el estrés ocupacional se presentó de forma uniforme
(cf. Alfaro 2007). Asimismo, el análisis de los indicadores por lado
tampoco mostró contrastes notables, esto indica el uso de ambos. Sin
embargo, el análisis de la robustez de inserciones mostró
diferencias interesantes entre los dos sexos, ya que en general se
observa una mayor cantidad de inserciones marcadas, así como la
tendencia a un mayor desarrollo muscular de los segmentos
involucrados en movimientos de la región del hombro como el
trapecio.
Las mujeres presentaron menos inserciones
robustas en la región del hombro y mayor desarrollo en el antebrazo,
ya que aquí se encuentran los músculos involucrados en los
movimientos de flexión de muñeca y prono-supinación: el fascículo
clavicular del pectoral mayor. Las diferencias observadas por sexo en
la cantidad y variedad de inserciones musculares reflejan estrés
diferencial de algunos segmentos anatómicos en la realización de
actividades cotidianas. En el caso de los hombres podrían ser
consecuencia de labores como la agricultura o la cacería, que
requieren gran trabajo de la cintura escapular y de movimientos
precisos de los músculos que afectan la articulación del codo;
mientras que lo observado en las mujeres podría estar vinculado con
actividades cotidianas como molienda, alfarería o cestería, por el
gran esfuerzo de los músculos del antebrazo y manos. Mientras que
en los hombres, la columna es la más afectada, sobre todo la región
cervical (80% 4/5) (cuadro 5). En ellas las lesiones podrían deberse
al estrés producido en la columna por cargar grandes pesos sobre la
espalda, como el trasporte de objetos los días de mercado o el
acarreo diario de suministros al hogar, así como por la actividad de
molienda como consecuencia del abrupto y repetitivo movimiento de
vaivén al moler los granos.
Los dientes suelen desgastarse por su fricción
normal, por la comida y otros objetos colocados en la cavidad oral,
pero en distintas poblaciones se han observado patrones de abrasión
ocasionados por su empleo como herramienta durante algunas
actividades ocupacionales. Es notable el hecho de que un elevado
número de sujetos presentaran desgaste dental no relacionado
directamente con el patrón de masticación (50% 11/22), por lo que
parece deberse más bien al empleo de estas piezas como herramientas
en alguna actividad, la cual requería del paso de un objeto por la
boca (cuadro 6). El desgate dental afecta ambas arcadas de PM1 a IC
con dirección a mesial en ambos lados, como si se jalara un objeto
ejerciendo presión con los dientes anteriores, que podría haber
sido el resultado de su uso para ablandar pieles para curtirlas. Las
edades de los individuos que mostraban este fenómeno oscilaban entre
39 y más de 50 años, que de acuerdo con la esperanza de vida de
este periodo se trataría de ancianos.
Comentarios Finales:
La estrategia combinada de caza, recolección y
agricultura parece haber brindado a los pobladores de Fábrica San
José condiciones propicias para cambiar paulatinamente su modo de
subsistencia y adaptarse a la vida aldeana, lo cual puede verse
expresado en la baja presencia de patologías relacionadas con
deficiencias nutricionales observadas en este trabajo. El cultivo de
algunos productos agrícolas, así como el empleo de pozos de
almacenaje y su tradición de c-r les había dotado de profundas
experiencias y conocimientos para obtener de su entorno una amplia
variedad de plantas e insectos comestibles, con los cuales
complementaban la dieta agrícola, que pudo haber proporcionado
proteínas, carbohidratos, minerales y vitaminas en cantidades
suficientes para sobrellevar épocas de escasez. Por otro lado, a
pesar de las diferencias de estatus observadas en el registro
arqueológico entre las unidades domésticas, los individuos que
habitaron esta aldea parecen haber estado igualmente expuestos al
estrés ambiental.
Gran parte de las actividades diarias estaba
orientada a la obtención de alimentos. La mayoría de las unidades
domésticas parecen haber participado en actividades como el
procesamiento de sal, la cacería y el curtido de pieles (Drennan);
por otro lado, el análisis de los indicadores de
estrés ocupacional revela que había
una clara división de labores por sexo y edad en algunas de las
labores de subsistencia. Por último, los aldeanos de Fábrica San
José debieron haber tomado ventaja de su ubicación cerca de
afluentes de agua salina y una gran área boscosa, y abastecido a los
habitantes del sitio de primer orden socio-político San José
Mogote, además de productos como sal, animales de caza, pieles y
madera. Esto podría haber propiciado, como proponen Drennan (1976) y
Marcus y Flannery (2001), las uniones matrimoniales como estrategia
de alianza entre estas dos aldeas.
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