Modelos - Neme, Gustavo - Un enfoque regional en cazadores-recolectores del Oeste Argentino: el potencial de la ecología humana
Neme, Gustavo - Un enfoque regional en cazadores-recolectores del Oeste Argentino: el potencial de la ecología humana
El
conocimiento del pasado en la región ha presentado dificultades
grandes en la explicación de la variabilidad registrada en el RA.
Estas dificultades han estado relacionadas a la sobre simplificación
del cambio organizacional en las sociedades cazadoras recolectores, y
a su dependencia del registro etnohistórico. El autor expondrá la
necesidad de rediscutir, en un marco teórico provisto por la
ecología del comportamiento, la información del RA, generando
expectativas que permitan explicar los procesos de cambios culturales
en la región.
Introducción
El
autor revisará el caso de la zona de la zona del Centro Oeste de
Argentina a la luz de la ecología del comportamiento, una forma de
acercamiento al fenómeno humano que permite generar un marco
explicativo de las conductas pasadas.
Las
líneas de trabajo se encaran en las estrategias humanas en ambientes
áridos-semiáridos y de altura y la discusión sobre el desarrollo
de un proceso de intensificación regional durante el Holoceno
tardío.
El
primer abordaje regional
Según
su
opinión, la mejor forma de aproximarse a un área arqueológica con
escaso desarrollo previo, es a través del acercamiento regional, por
ello los trabajos apuntan a entender el RA a través de
escalas espaciales y temporales amplias,
En
las investigaciones se ha asumido que los cambios en el valor
biogeográfico de cada área habrían afectado las decisiones de los
grupos humanos en la elección de los territorios a ser colonizados,
explotados y/o abandonados.
Las
distribuciones (basados en fechados) más homogéneas ocurren en los
tipos de ambientes más ricos productivamente y menos sensibles a los
cambios ambientales. Así, las áreas mejor irrigadas y con menor
estacionalidad (piedemonte, valles intermedios, y Atuel medio), son
aquellas con ocupaciones más temprana y continuas, a lo largo del
holoceno. Esta tendencia se ve también en los momentos áridos del
Holoceno medio. Esta información sugiere que después de los
procesos de explotación de la región, el gradiente de ocupación de
los diferentes espacios biogeográficos estuvo conducido por:
productividad diferencial y estabilidad o capacidad de resiliencia
(de sobreponerse a periodos traumáticos) de los mismos.
La
importancia de los estudios paleo ambientales
La
información paleo ambiental constituye un componente fundamental
para generar expectativos arqueológicas y para realizar
interpretaciones del registro. Pues, se sabe que los humanos tuvieron
un papel importante en la conformación de paisajes. Por eso, es
necesario que esos acercamientos paleo ambientales muestren la
integración real de los humanos dentro de los mismos.
Hacia
mediados del siglo XVII los cronistas mencionan la importancia que
habrían tenido las redes de intercambio a nivel transregional. En
el Sur de Mendoza la retracción de las áreas cubiertas por lagos de
agua dulce a fines del Pleistoceno principio del Holoceno, dieron
lugar a las salinas y lagos de aguas saladas. El impacto de los
cambios sobre las poblaciones humanas todavía es desconocido y no
formaba partes de las preguntas de los arqueólogos del pasado.
Hacia
mediados del 1.600 los cronistas mencionan la importancia de la redes
de intercambio a nivel transregional. Los grupos del sur de Mendoza
tenían fuerte vinculaciones con las poblaciones del otro lado de la
cordillera. Los sistemas de intercambio pudieron funcionar a partir
del Holoceno medio. El cambio de los lagos también debió afectar la
disponibilidad de recursos y los sistemas de movilidad de los grupos
humanos. Todo esto podría haber disparado el movimiento de los
campamentos hacia regiones más altas. También podría haber
implicado que la decisión de la elección de los parches de recursos
para establecer los campamentos más estables, pudo pasar de estar en
torno de las tareas domésticas femeninas a las tareas de caza
masculinas.
Estudios
de subsistencia humana
Los
estudios previos tendieron a representar las estrategias de
subsistencia de manera estática, y las describieron como 3 tipos:
- Cazadores arcaicos;
- Agricultores incipientes.
- Araucanización o Hispanización
Esto
simplifica el comportamiento humano. Los patrones de uso de la fauna
a través del tiempo muestran tendencias que no se condicen con la
sostenida estabilidad en la subsistencia humana. Estos cambios
sugieren variaciones en la intensidad de uso de los recursos
faunísticos.
En
general el abordaje de los mismos ha girado en torno al uso de la
teoría de Forrajeamiento Optimo, vista como una forma de entender
los cambios en la toma de decisiones humanas a lo largo del tiempo.
Los patrones de uso de la fauna a través del tiempo muestran
tendencias que no se condicen con la sostenida estabilidad en la
subsistencia humana. Por el contrario, el registro arqueofaunistico
del Sur de Mendoza presenta cambios no solo en escalas de tiempo
transgresivas, sino también en escalas espaciales a nivel regional.
Estos cambios sugieren variaciones en la intensidad de uso de los
recursos faunísticos en los diferentes espacios comprendidos
(cordillera, planicie, piedemonte, Payunia), sino también en la
frecuencia de uso de los diferentes animales explotados.
Espacios
como la cordillera, habrían sido utilizados sólo como lugares de
uso ocasional por parte de pequeñas partidas de caza entre 9.000 y
7.000 años AP, en el holoceno tardío, aparecen ocupaciones
permanentes con explotaciones más intensivas de los recursos
locales, llevadas a cabo por los miembros del grupo familiar extenso.
En
el holoceno tardío → desbalance población/recursos, lo cual pudo
disparar la utilización estacional de los ambientes ubicados por
encima de los 3.000 msnm en 2.000 años AP. Los grupos familiares se
estarían trasladando hasta estos puntos, explotando y procesando
todos los recursos disponibles.
Los
estudios isotópicos han presentado un panorama más complejo de la
subsistencia humana que el que fue originalmente planeado cuando se
crearon las unidades culturales tradicionales de la región. Las
tendencias latitudinales presentan valores isotópicos esperables
tanto para cazadores recolectores, como para agricultores. También
se observan picos de consumo de plantas como el maíz entere
1000-2000 años AP los cuales se hacen más negativos en momentos
previos y posteriores al contacto con los colonizadores europeos.
Los
registro arqueo botánicos sugieren el uso de un espectro mucho más
amplio de recursos vegetales que los tradicionalmente considerados
por los arqueólogos.
La
alternancia de estrategias de subsistencia dentro de una región
(caza recolección/agricultura/caza-recolección) es un proceso que
ha ocurrido en otros lugares y se encuentra ampliamente documentado
desde el registro arqueológico. En sociedades de agricultores de
pequeña escala, donde una gran parte de los alimentos aun proviene
de la obtención de recursos silvestres, este tipo de alternancia es
más factible de ocurrir, por lo que no debería descartarse su
ocurrencia en nuestra región.
Los
primeros resultados del registro arqueo botánico sugieren el uso de
un espectro mucho más amplio de recursos vegetales que los
tradicionalmente considerados por los arqueólogos como base de la
subsistencia prehispánica.
Todas
estas plantas significan el uso de recursos con altos costos de
procesamiento y amplitudes de dieta que implican la extracción de
una mayor cantidad de energía del medio, a expensas de enormes
gastos de tiempo. Los resultados de la sistematización del ranking
de plantas de la región, actualmente en avance, nos ayudan a tener
una idea más ajustada del tipo de decisiones tomadas y de las
variaciones en la amplitud de dieta. En relacional aprovechamiento de
los recursos vegetales, es importante tener en cuenta que los
primeros registros del mismo se remontan a principios del Holoceno
medio, momento para el cual se especula con fuertes transformaciones
de los ecosistemas regionales.
Los
sistemas de intercambio y el desarrollo de estrategias adversas al
riesgo
Ampliar
la base de recursos explotables es una manera de disminuir los
niveles de riesgo. El problema es que los procesos de ampliación de
la dieta implican mayores costos de procesamiento y por lo tanto,
menores niveles de movilidad. Esta
reducción en la movilidad puede continuar hasta convertirse en un
problema, ya que los territorios disminuyen en superficie y el acceso
a recursos importantes se hace más difícil. Una forma de enfrentar
ese problema sin la necesidad de estrechar la base de recursos y
manteniendo bajos los niveles de movilidad, es la ampliación de las
redes de intercambio.
La
dirección de movimiento de objetos (maíz, cerámica, caña coligue,
turquesas, moluscos marinos) tiene un eje de Este a Oeste, sobre todo
en las vertientes cordilleranas.
Dado
que la preponderancia de uno u otro sistema se alterna en el tiempo,
es esperable que los “años malos” de un lado coincidan con los
“años buenos” en el otro. De esta forma, es más facial hacer
frente a eventuales problemas en la provisión de recursos,
estableciendo redes o lazos sociales entre ambas vertientes de la
cordillera, que entre diferentes regiones de la misma vertiente.
Estos
mecanismos buscan maximizar los beneficios del acceso indirecto a
recursos complementarios, explicando la importancia que tuvo el
establecimiento de redes de intercambio a grandes distancias para
momentos en que los tiempos de procesamiento imponían rangos de
movilidad menores.
La
explicación de la diversidad arqueológica regional
Mediante
la discusión de ejemplos, intento dar cuenta a través de una mirada
de de arqueología regional la generación de información novedosa
a través de la prospección y excavación de nuevos sitios
arqueológicos, sino también ordenar la información existente
dentro de un nuevo marco interpretativos. Esta mirada ha posibilitado
encontrar variantes explicativas de la aparición de determinados
procesos evolutivos que tuvieron lugar entre las sociedades humanas
de la región.
Un
buen conocimiento del ambiente y paleo ambiente regional, una primera
aproximación en escalas espaciales y temporales amplias, y su
interpretación dentro de marcos explicativos que atiendan la
variabilidad, son herramientas útiles para abordar el RA de
cualquier región.
Hacia
el 2000 AP el cambio de la estrategia de subsistencia debió implicar
modificaciones mayores de la antes pensadas, transformando
completamente a las sociedades humanas, habrían generado el paso de
una economía sustentada por los hombres, a una sustentada
principalmente por las mujeres, la reorganización de los grupos, la
contracción de los territorios de explotación, el desarrollo de
sistemas de explotación más logísticos y adaptaciones tecnológicas
de importancia.
Sabemos
hoy entonces que los cambios en las estrategias de subsistencia
humanas han sido mucho más complejos que lo que imaginábamos previa
mente, y que el hecho de hablar en forma genérica de “Arcaicos”
o “tradiciones cazadoras-recolectoras” encierra no sólo
variabilidad, sino una parte de los cambios más importantes
acontecidos en el pasado. No es necesario esperar a la aparición de
los primeros cultígenos para pensar en cambios de magnitud. A modo
de ejemplo, la modelización de las transformaciones ocurridas en el
paso de una estrategia “Traveler” a una “Processor”, como la
que pudo haber tenido lugar hace alrededor de 2000 años en el sur
de Mendoza, sugiere que éstos debieron implicar modificaciones
mayores, transformando completamente a las sociedades humanas. Estos
cambios habrían generado el paso de una economía cuyo aporte
principal (en términos de incorporación de calorías) estaba dado
por los hombres, a una principalmente sostenida por el trabajo de las
mujeres, la reorganización de los grupos, la contradicción de los
territorios de explotación, el desarrollo de sistemas de explotación
más logísticos y adaptaciones tecnológicas de importancia, entre
otros. En definitiva, cambios que pudieron ser tanto o más
importantes que los ocurridos con la llegada de la agricultura.
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