GEERTZ, C.
La interpretación
de las culturas, 1973
Capítulo 4. LA
RELIGIÓN COMO SISTEMA CULTURAL
Trabajo antropológico sobre la
religión desde la segunda guerra mundial:
a) sin progresos teóricos importantes,
explotación de conceptos ya formulados, poco enriquecimiento empírico;
b) apoyo en tradición intelectual
definida y restringida: Durkheim, Weber, Freud, Malinowski, sin búsquedas en
otras áreas (p.e., filosofía, derecho…)
Necesidad de ampliar los horizontes
de los enfoques tradicionales. Para ello retoma a Parsons y la denominada
dimensión cultural del análisis religioso.
Definición de cultura propuesta: la cultura denota un esquema históricamente transmitido de significaciones representadas en símbolos, un
sistema de concepciones heredadas y expresadas en formas simbólicas por medios
con los cuales los hombres comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento y
sus actitudes frente a la vida.
Significación: los símbolos sagrados
tienen la función de sintetizar el ethos de un pueblo y su cosmovisión. El
ethos como estilo de vida adaptado a la cosmovisión presentada convincentemente
como una imagen de un estado de cosas dispuesto a acomodarse a aquel estilo de
vida. La idea de que la religión armoniza las acciones humanas con un orden
cósmico y proyecta imágenes de orden cósmico al plano de la experiencia humana
no es nueva, pero no se sabe cómo ocurre.
Religión: sistema de símbolos que obra para establecer
vigorosos, penetrantes y duraderos estados de ánimo y motivaciones en los
hombres, formulando concepciones de un orden general de existencia y
revistiendo esas concepciones con una aureola de efectividad tal que los
estados anímicos y las motivaciones parezcan de un realismo único.
“...sistema de símbolos...”
Dice que el
estudio del simbolismo no es algo abstracto, porque los actos culturales (la aprehensión, construcción y utilización de las formas
simbólicas) son hechos sociales como cualquier otro (p.e. cruz colgada). Pero
no son exactamente lo mismo: la dimensión simbólica de los hechos sociales se
abstrae teóricamente de dichos hechos como totalidades empíricas. Los sistemas
de símbolos son fuentes extrínsecas (fuera del organismo individual) de información porque se encuentran en el mundo intersubjetivo de común comprensión en
que nacen los seres humanos. Las fuentes
de información son los esquemas culturales, que proporcionan modelos/ patrones
que instituyen los procesos sociales y psicológicos que modelan la conducta
pública.
El término modelo tiene dos sentidos, 2 aspectos del mismo concepto básico: “de” (hincapié
en el manejo de las estructuras simbólicas para que entren en paralelo con el
sistema no simbólico. Presentes en toda la naturaleza. Ej. genes) y “para”
(hincapié en manejo de sistemas no simbólicos, atendiendo las relaciones
expresadas por sistemas simbólicos; modelo “para” la realidad. Presentes sólo
entre hombres. Ej. Construcción de dique a partir de instrucciones implícitas
en teoría hidráulica). Las estructuras culturales tienen un aspecto doble; dan sentido o forma conceptual objetiva a la
realidad social y psicológica al ajustarse a ella y al modelarla según esas
mismas estructuras culturales. La percepción de la congruencia estructural
entre una serie de procesos, actividades, relaciones, etc y otra serie que
funciona como programa de la anterior de forma que el programa pueda tomarse
como una representación o concepción de lo programado -un símbolo- es la
esencia del pensamiento humano. La formulación simbólica hace posible la transposición
de modelos para y modelos de.
“...establecer vigorosos, penetrantes
y duraderos estados anímicos y motivaciones en los hombres…”
En símbolos
y sistemas simbólicos religiosos la transposición es clara (ej. La
independencia, la perseverancia…). Esos símbolos expresan la atmósfera del
mundo y la modelan. La modelan al
suscitar en el fiel disposiciones que prestan un carácter permanente al flujo
de su actividad y a la calidad de su experiencia.
Las actividades religiosas suscitan 2
clases de disposiciones: estados de ánimo (p.e. entusiasmo, melancolía) y
motivaciones (tendencia persistente a realizar cierta clase de actos y
experimentar cierta clase de sentimientos en cierta clase de situaciones. Son
heterogéneas)
Principal diferencia entre estados anímicos
y motivaciones: los estados anímicos sólo varían en intensidad, son totales (no
puedo estar contento y triste a la vez), efímeros y no responden a ningún fin,
siendo generados por causas que no siempre son discernibles; las motivaciones
apuntan en una dirección (fin), describen cierto curso general y persisten por
tiempos + prolongados.
“...formulando concepciones sobre un
orden general de existencia…”
El hombre
puede adaptarse a cualquier cosa menos al caos. Si nuestro aparato de
explicación no logra explicar cosas que claman por una explicación, tiende a
nacer en nosotros un profundo desasosiego, una amenaza a nuestras facultades de
comprensión. El hombre depende de símbolos y de sistemas de símbolos. Los
símbolos religiosos le suministran al hombre
una garantía cósmica no sólo de su capacidad de comprender el mundo,
sino también al comprenderlo, de dar precisión a los sentimientos que
experimenta, de dar una definición a las emociones, que permite tolerar los
sufrimientos. La religión formula mediante símbolos la imagen de un mundo tan
genuino que explica y celebra las ambigüedades percibidas, los enigmas y las
paradojas de la experiencia humana.
“...y revistiendo estas concepciones
con una aureola de efectividad tal que...”
¿qué significa “creer” en un contexto
religioso? La creencia religiosa implica la aceptación de la autoridad que
transforma la experiencia cotidiana. La existencia de desconciertos y paradojas
empuja al hombre a creer en dioses, pero la existencia de esos no es la base en
la que descansan tales creencias sino que constituye su más importante campo de
aplicación.
La
perspectiva religiosa difiere del sentido común porque va + allá de las
realidades de la vida cotidiana, hacia realidades + amplias que corrigen y
completan las 1ras; y el interés que la define la aceptación, la fe de esas
realidades + amplias y no la acción sobre estas. Difiere de la perspectiva
científica porque cuestiona sin escepticismo las realidades de la vida
cotidiana con postulados no hipotéticos. Y difiere de la perspectiva artística
en el interés por lo efectivo (no ilusorio) y la creación de una aureola de
extrema actualidad.
Rito:
conducta consagrada en donde se genera la convicción de que las concepciones
religiosas son verídicas y de que los mandatos religiosos son sanos.
Si bien
todo rito religioso, abarca esta fusión simbólica del ethos y cosmovisión, lo
que modela la conciencia espiritual de un pueblo son principalmente ciertos
ritos más elaborados y generalmente más públicos, en que se entra en una amplia
gama de estados anímicos y motivacionales por un lado y concepciones
metafísicas por otro, que hacen que el modelo para y el modelos de se
transpongan recíprocamente.
Las
disposiciones que suscitan los ritos religiosos trascienden los límites del
rito mismo y tienen su mayor efect en la experiencia cotidiana de los hombres.
“…que los estados anímicos y las
motivaciones parezcan de un realismo único.”
La religión
es sociológicamente interesante no porque, como sostenía el positivismo,
describa el orden social, sino porque lo modela. La religión altera, a veces
radicalmente todo el paisaje que se le presenta al sentido común, y lo altera
de tal forma que los estados anímicos y las motivaciones suscitados por las
prácticas religiosas parecen sumamente prácticos y los únicos que es sensato
adoptar atendiendo a como son “realmente” las cosas. El ritual cambia al
hombre. Pero el impacto es diferente en cada sociedad, en cada hombre. Cada
religión es individual y particular. Diferenciar entre religión pura y religión
aplicada permitirá comprender mejor lo que quiere decir un cristiano “soy un
pecador”.
Para un
antropólogo la importancia de la religión está en su capacidad de servir, para
un individuo o para un grupo, como fuente de concepciones generales, aunque
distintivas del mundo, del yo y de las relaciones entre sí, su modelo de y su
modelo para. De estas funciones culturales derivan a su vez las funciones
sociales y psicológicas.
Los
conceptos religiosos se extienden + allá de sus contextos específicamente
metafísicos para suministrar un marco de ideas generales dentro del cual se
puede dar forma significativa a una vasta gama de experiencias intelectuales,
emocionales, morales.
El estudio
antropológico de la religión es una operación en 2 etapas: 1º análisis del
sistema de significaciones representadas en los símbolos, sistema que presenta
la religión; 2º se trata de referir esos sistemas a los procesos sociales y
psicológicos. Los trabajos actuales descuidan la 1º etapa.
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