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TAC - Fernández, J. 1982. Historia de la Arqueología Argentina, Capítulo 1 y reseña bibliográfica. Universidad de Cuyo, Mendoza.

  1. Breve reseña histórica de la teoría arqueológica.
Fernández, J. 1982. Historia de la Arqueología Argentina, Capítulo 1 y reseña bibliográfica. Universidad de Cuyo, Mendoza.


Esto arranca de la nada, creo que me falta alguna pagina introductoria..
Además es como una lista interminable de gente y cada cosa que hizo cada uno.. puse los que me parecieron más importantes. Dice: 1- Las etapas:


Etapa de precursores de arqueología (Moreno, Lista, Zeballos, Ameghino), que Ambrosetti ya diferencia de una “nueva generación” formada por Outes, Torres, Debenedetti, Boman y él mismo (Hoy se ubica a Ambrosetti dentro de los precursores).
No hay que establecer etapas agrupando cultores o generaciones, ni aglomerando los problemas con los que trabajaron. Lo que más varió en los estudios ha sido la cambiante filosofía con que se encaran, que ha provenido de Europa o Estados Unidos en distintos momentos. Hay que decidir si se fundamenta en una división de hombres o de hechos y circunstancias de su entorno, o en una combinación.
Reconoce la existencia de una etapa de precursores, con raíces entre los siglos XVI y XIX, que no ha recibido mucha importancia en el pasado. Ya comienzan a tratarse los temas más importantes de la arqueología (poblamiento de América, los orígenes). Sus trabajos forman a la generación precursora, que buscan en el terreno lo que los anteriores describen. Incluye a Mitre, Sarmiento, J.M. Gutierrez, Lyell, Darwin, Azara, D. Filiberto de Mena (1791) y Francisco Javier Muñiz (1795- 1871).
Hay dos etapas, una de acumulación no premeditada de materiales, pruebas y argumentos, y de la cual se alimentaría la segunda, formada por los arqueólogos “románticos”.
Momento crucial en historia de nuestra arqueología: su acceso al ámbito de la universidad a principio del siglo XX por Ambrosetti.


Define tres etapas: La arcaica o documentaria desde 1516 hasta 1872; la precursora o heroica de los arqueólogos románticos de 1872 hasta comienzos del siglo XX, y la universitaria de ahí en adelante. El resto de las etapas requieren de criterios más sutiles.
Notas: La separación entre etapas no es un límite delimitable por fechas; se diluye y superpone.


Etapa formativa, arcaica o documentativa (1516 – 1872)
-Inicia cuando llega Solís al Rio de la Plata (1516) y termina en 1872, cuando se funda la sociedad científica argentina, que acogió a los primeros arqueólogos argentinos (Lista, Zeballos, Moreno, Ameghino, etc). Tiene varias subdivisiones o periodos. Empieza con la documentación sobre la entrada de los conquistadores, que juntan información sobre las poblaciones. Al principio los arqueólogos se dividían en “incasistas” y “no incasistas” (Boman vs Ambrosetti).
-Desde fines de la conquista y durante la colonia, se ofrece un nuevo panorama. Expansionismo marítimo de holandeses, ingleses y franceses sobre el litoral patagónico y fueguino convergen muchos navegantes, que hacen observaciones, aunque fragmentarias. La información importante es de sacerdotes de diferentes órdenes
-Tercer momento: viajeros científicos como Luis de la Cruz (1806), C.R. Darwin, Fitz Roy, etc.


Toda esta información acumulada es importante para los investigadores que aparecen a continuación. Hacia la década de 1860 los fundamentos de la arqueología quedan delineados, en dos posiciones en planos diferentes en cuanto a líneas de acción y orientación: papelistas y eruditos bibliófilos; o naturalistas estrictos. Estas dos corrientes dan lugar en la década siguiente al nacimiento de los primeros arqueólogos argentinos.


-La línea de papelistas eruditos se origina cuando de Angelis y Segurola publican manuscritos coloniales. Después, Mitre crea una biblioteca. Analizan toda la información sin un propósito claro. La culminación es con Vicente Fidel Lopez, en quien se ve el germen de las orientaciones que la seguirían: comunicaciones de los pueblos americanos, emparentamientos basados en similitudes no idiomáticas, sino semánticas; puentes intercontinentales, continentes desaparecidos, migraciones de América al viejo mundo,
-La línea naturalista se inicia con Francisco Muñiz, que extrae animales extintos de La Pampa. 1860 Strobel se interesa por lo arqueológico de La Pampa y Patagonia.
1870 Hudson encuentra huesos de animales y puntas de proyectil de dos variedades: unas grandes y toscas y otras bien confeccionadas. Los estratos profundos serian muy antiguos.
60- 70 buscadores de fósiles- comercio con museos europeos. Se creó la sociedad paleontológica de la plata, y las primeras ordenanzas proteccionistas.


Después llego Florentino Ameghino. Manuel Ricardo Trelles desencadena la búsqueda en el terreno. PAG 24 lista de integrantes completa.




Etapa II: la arqueología heroica (1872 – 1900)
Arqueología con métodos anticuarios, fines acumulativos, desenvolvimiento precursor, y de espíritu y accionar romántico. Heroica porque no tenían fuentes de conocimiento organizado, y sin embargo tratan de encaminar sus afanes por encima de las limitaciones de la época. Eran intuitivos, y considerando la escasez de recursos, construyeron mucho para el futuro.
-Introito histórico Crisis, campaña al desierto, incorporación de chaco y Patagonia, etc. País en efervescencia.
-Acción privada vs acción oficial Esta etapa es de acción privada. Con la oficialización de la colección privada de Moreno (donadas en 1877) se genero el esfuerzo oficial, y la creación del museo antropológico y arqueológico de buenos aires.
-Los centros de investigación científica Museo de historia natural de BA, academia nacional de ciencias de córdoba, sociedad científica argentina, instituto geográfico argentino. En las dos últimas surgieron arqueólogos.
-Situación de la arqueología en Europa y América En Europa a fines del s XIX, importancia de ciencias naturales. Esfuerzos por realizar grandes excavaciones (ej. Pitt Rivers). Tendencia “clasicista” o “humanista”. Por el contrario, en las excavaciones de cavernas cuaternarias, (Perthes) hay una tendencia “naturalista”, por la cercanía de la arqueología a la geología, estratigrafía y paleontología. Adoptan principios darwinianos.
Todo esto llega a Argentina, donde hay pocos estudios geológicos y paleontológicos, y de complejidad de formaciones geológicas.
En América (del Norte) tienen distintos lineamientos. Al no tener poblaciones tan antiguas, se centran en otros problemas.
La finalidad de todos acumular material arqueológico para museos


En Sudamérica hay un temprano brote de arqueología naturalista, que se concentra en secuencias estratigráficas y antropológicas, y no en museos. Cubren áreas extensas, analizan todas las regiones.


-Las tendencias. Las orientaciones Fluyen ambas: la naturalista (Ameghino), y la papelista, humanista y erudita (Lafone, Quevedo, Quiroga), que a veces se entrecruzan (Moreno, Zeballos). Los que se concentraron mas en arqueología fueron Ambrosetti y Quiroga.
Los Ameghinistas se concentran en la medición del tiempo geológico; ven una sucesión de utensilios que van perfeccionándose a medida que los estratos se hacen más jóvenes. Son evolucionistas. [causa de su destrucción: su panorama y aspiraciones. Fallan por su sucesión geocronológica equivocada].
La escuela de Moreno rehúye de la estratigrafía; no buscan secuencias verticales. Excavan túmulos, cementerios, tumbas aisladas, recolección superficial, etc. Abarcan un escenario cada vez más amplio, que va de pampa y Patagonia hasta el NOA (su campo más fecundo).


-Critica. Alcances y limitaciones d esta etapa Escasez de excavaciones metódicas (excepto Ameghino). Su fin es buscar materiales para museos. Los cronistas indianos son la autoridad máxima. Consideran que el hombre llego hace poco, no ven como útiles a los trabajos estratigráficos de Ameghino. Había una asociación casi simbiótica de la arqueología con las ciencias naturales.


Sinopsis etapa II: la arqueología romántica o naturalista (1872 – 1900)
Etapa integrada por dos corrientes identificadas por filiación naturalista:
  1. Corriente Ameghinista: Fuente única: Florentino Ameghino. Objetivo principal: estratigrafía. Problema básico: medición del tiempo geológico. Representa a la escuela de Lyell en el Plata. Se centra en los problemas del hombre fósil de la Pampa (restos y cultura). Es evolucionista. Antigüedad del hombre problema primordial. Trabaja en región pampeana y sur – litoral. Miembros de corriente: Florentino y Carlos Ameghino, Ambrosetti.
  2. Corriente Morenista: Gira en torno a la autoridad de Burmeister. Es la escuela de Humboldt y Cuvier en Argentina (aunque algunos después derivan a postulados de Lyell). No cree que haya un hombre fósil pampeano. Vacilante en sus principios (acepta y rechaza cosas). Primero en la Pampa, después Patagonia. Efectúa la apertura arqueológica del NOA. No aceptan inicialmente al evolucionismo (Burmeister no lo acepto nunca). Miembros: Burmeister, Moreno, Roth, etc.


Etapa III: La arqueología en la universidad (1901 – 1925) Lista pág. 32.
La primera generación fueron argentinos; en la segunda aparecen los extranjeros: Lehmann-Nitsche, Nordenskjöld, von Rosén, Boman, Bruch, Weiser, etc.


-Los centros de investigación Continua la sociedad científica argentina, el museo de historia natural de buenos aires (Ameghino – Boman), el de La Plata (Moreno), y el etnográfico de Filo y Letras (Ambrosetti). En el interior no hay centros de trabajo arqueológico. 1911 desaparece el instituto geográfico, pero en 1912surge la sociedad argentina de ciencias naturales.
-Acción privada vs acción oficial El estado compite con los particulares en expediciones y estudios arqueológicos. Época de grandes viajes y expediciones.
-La arqueología en América Norteamérica: Holmes el hombre no ingreso a América hasta después del pleistoceno; Hrdlicka interesado en estudio de fósiles de H americano. Choca con la obra de Ameghino, quien es desacreditado.
-Área cubierta por los trabajos Decrecen los estudios en región pampeana; estudian el litoral atlántico, y la región andina del NOA.
-Critica. Alcances y limitaciones de esta Etapa Todavía es anticuaria, pero menos que la etapa II. Es precursora, pero ya no romántica; hay fondos oficiales y privados para hacer trabajos. Rasgos salientes:
  • Excavaciones más sistematizadas, pero sin dar tanta importancia a la estratigrafía.
  • Intensificación de acopio de materiales para museos
  • Positivo inclusión de cátedra de arqueología americana como materia de humanidades.
  • Negativo abandono de excavación al aire libre, para pasar a ser en tumbas o habitaciones.
  • Obra de cronistas sigue siendo donde se busca la contrastación de las observaciones de campo.
  • Intentan establecer las primeras cronologías tentativas (Uhle, Boman, Ambrosetti), que solo es posible en el NOA y Perú.


Etapa IV: de consolidación universitaria o transicional (1925 – 1949) Lista, pág. 35.
Tercera generación de cultores: Aparicio, Frau, Imbelloni, Marquez Miranda, etc.
Cuarta generación de cultores: Rex Gonzales, Difieri, Salas, etc.


Hay dos generaciones bien delimitadas en esta etapa. La primera sufriendo las consecuencias de crisis económica; la segunda se beneficia con la difusión del automotor, que facilita acceso a zonas de trabajo y es rápido y eficiente.


-Los centros de investigación Metodológicamente igual a la anterior. Diferencia: proceso de consolidación universitaria entre 1925 y 1950. Cátedras de arqueología en la universidad de Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Tucumán, Cuyo y Paraná. Se amplía la temática.
-La acción oficial y la acción privada Acción oficial: esos organismos de educación mencionados arriba. La privada, B. Muñiz Barreto. A partir del 45 se ve la actitud inconsistente de la iniciativa privada (en cuanto a protección y estimulo de arqueo).
-Evolución de la arqueología en el exterior Los principales trabajos de arqueo son en USA; sus arqueólogos trabajan en todo el mundo, revolución de arqueo americana. Trabajos importantes en nuestra área: Bird, Lothrop y Bennett.
-Áreas cubiertas por los trabajos Atracción principal en NOA, pero también por otras áreas - importante los centros de educación en el interior-. Decae lo de Pampa y Patagonia. Chaco, Misiones, Neuquén y Argentina central siguen sin explorarse.
-Las orientaciones y los métodos Divorcio con las ciencias naturales. La desaparición de Ameghino (1911) fue el fin de la escuela arqueo estratigráfica, aunque sigue habiendo buenos estratígrafos (Ameghino, Castellanos), pero sin interesarse por cambios sutiles arqueológicos. La desacreditación de Ameghino deja lugar a otras metodologías.
Permanecio el criterio tipológico, basado en permanencia y desaparición de rasgos. Hay tempranas tipologías, pero los tipos eran descriptivos, sin historicidad, lo cual no permitió hacer seriaciones. No se podía llegar a estadios mayores de investigación, ni discernir culturas ni áreas. No hay cuadros cronológicos ni delimitación de culturas.


Hay tres orientaciones o tendencias: todavía quedan algunas manifestaciones de la escuela “naturalista”, un predominio relativo de la escuela de fundamento etnohistórico (“historicista”), y un predominio mayor de la arqueología “humanística”.
-Importante escuela histórico-cultural europea, traída al país por Imbelloni. Se publican los primeros trabajos de síntesis, las comparaciones extraterritoriales, conexiones de carácter difusionista, etc. Pero lo más importante es la etnología como reguladora.
-Principal crítica elaboraban una “arqueología horizontal”.
-Merito lograron una subdivisión espacio – cultura de las etnias protohistóricas.


Hacia el fin de esta etapa, quedan establecidas dos líneas escolásticas: La que mira hacia Europa; y la que se interesa por nuevos planteos en Estados Unidos.


Etapa V: prolegómenos de la arqueología científica (1950 – 1960) Lista pág. 41.
Quinta generación de cultores: Cigliano, Bórmida, Lafón, Krapoviekas, Schobinger, Madrazo, Sanchez Albornoz, Silvetti, etc.


- Delimitación de la etapa Comienza con eventos clave del 48 como la llegada de Menghin, la obra de Bennett, primera excavación estratigráfica en el NOA, etc. Termina hacia 1960.
Corriente humanista todavía es la más fuerte, pero hay logros de los investigadores disconformistas; etapa crítica y revolucionaria. Aparecen nuevas técnicas como la datación radiocarbónica. Acá no se aplican muchas, y solo desde la siguiente etapa.
-Los centros de investigación Son estatales. Continúa el crecimiento. Carreras antropológicas en U de La Plata y Buenos Aires. La investigación demora por ese crecimiento de cátedras. Se crea el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (1958), organismo estatal para fijar política de largas miras en la investigación científica nacional.
-La arqueología en el exteriorUSA nuevas tendencias, progreso ininterrumpido. Aplican modalidades nuevas en México y Perú. Grandes actores del momento en relación a nuestra problemática: Bennett. Collier, Spaulding, Willey, Sheppard.
-Áreas cubiertas por los trabajos Los arqueólogos de todas las orientaciones dejan de describir objetos, y pasan a analizar desarrollos culturales de amplias zonas territoriales. Ganan amplitud espacial y temporal. Grandes excavadores “disconformistas”. R. González, Menghin, Bormida, Cigiliano, Lafón, etc. ya no es solo la iniciativa de un solo investigador; hay muchos que analizan distintas áreas, gracias a los institutos de antropología de distintas universidades del interior.
-Las orientaciones y los métodos Revalorización del trabajo de campo, + menosprecio a trabajos de gabinete. Excavaciones metódicas que estudian objetos + entornos. No mas acumulaciones para museos. Preocupación por “arqueología vertical”, sucesión cultural, estratigrafías. Se usa la estadística, seriaciones, fechados radiométricos; métodos temidos por los humanistas histórico-filosóficos. Críticas a “historicistas” relictos de épocas superadas.
Siguen apareciendo obras de síntesis. Aparecen las primeras secuencias culturales regionales. Se estructuran las carreras de antropología en universidades. Mucho movimiento bibliográfico, enriquecimiento de bibliotecas especializadas.
Acercamiento de la arqueología a las ciencias naturales.


Etapa VI: La arqueología científica o profesional (1961 - …)
Sexta generación de cultores: Aguerre, Aschero, Austral, Bárcena, Berberián, Benbassat, Casamiquela, Ceballos, Cordeu, Gradin, Heredia, Molina, Orquera, etc. Pág. 44 – 45.


-Caracteres delimitantes de esta épocaMomento expansivo (multiplicación de universidades de todo tipo). Renovación generacional y metodológica. Dos tendencias bien definidas:
-la que se relaciona con la escuela histórico cultural (y sus adaptaciones locales)
-la que se fundamenta en las nuevas tendencias norteamericanas (nueva arqueología)


-Los centros de investigación Función rectora de institutos de buenos aires y la plata, y se agregan los de Córdoba, Tucumán, Cuyo, etc. Se crea el Instituto Nacional de Antropología.
-La arqueología en el exterior USAaparecen principios evolucionistas. Tendencias con nombre de “nueva arqueología”, y acopio muchas técnicas y métodos, y el uso de computadoras. Binford, Willey, Philips hacen una revolución, y Meggers y Evans la dispersan por Latinoamérica.
-Areas cubiertas por los trabajos A. Rex Gonzalez excava en Tafí; Bórmida en region pampeana, norte de Patagonia y neuquen; otros en Salta, Jujuy, Cuyo, San Juan, La Quebrada de Humahuaca, Nordeste, Patagonia, … en resumen, la tarea arqueológica se regionalizó, aunque todavía hay regiones que no se investigan tanto.
-Las tendencias y los métodos Investigaciones globales, severa metodología. Menos descrédito por aspectos “deterministas” (ecología humana, patrones de asentamiento, hábitat, economía, y las sociedades resultantes condicionadas). Intentos de incluir la arqueología en las Ciencias Sociales.Se la considera ciencia, “arqueología científica”.
Necesidad de apoyo histórico etnohistoriadores. Revalorización de fuentes etnográficas y folklóricas. Importantes aportes de ciencias naturales. Se remarca la necesidad de especialistas de esos aspectos: palinólogos, sedimentologos, físicos y químicos.
Preocupación por la rigidez de los conceptos y terminología, pero conceptos como estilo, fase, horizonte, periodo o tipo, parecen no poder tener una conceptualización uniforme.
Nuevas prácticas museológicas. Proliferación de institutos universitarios con materias de antropo y arqueo. Más centros de documentación científica, pero se empobrecen las bibliotecas especializadas.



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