TEXTO: HACIA UNA
TEORIA DE LA ESQUIZOFRENIA
La teoría de la
esquizofrenia presentada aquí se basa en el análisis de las
comunicaciones, y específicamente en la Teoría de los Tipos
Lógicos. A partir de esta teoría se deriva una descripción de una
situación llamada “el doble vínculo”. Donde una persona, haga
lo que haga, “no puede ganar”. Su hipótesis es que alguien
apresado por el doble vínculo puede desarrollar síntomas
esquizofrénicos. Se ha llegado a un conceso sobre rasgos generales
de una teoría comunicacional del origen y naturaleza de la
esquizofrenia.
LA BASE EN LA TEORÍA
DE LAS COMUNICACIONES
La teoría de los
Tipos Lógicos es que existe una discontinuidad entre una clase y sus
miembros. La clase no puede ser miembro de sí misma, ni uno de los
miembros puede ser la clase, dado que el término empleado para la
clase es de un nivel de abstracción diferente – un tipo lógico
diferente- de los términos empleados para sus miembros. Aunque en la
lógica formal se intenta mantener la discontinuidad entre una clase
y sus miembros, consideramos que en la patología de las
comunicaciones reales esta discontinuidad se quiebra de manera
continua e inevitable, y que a priori tenemos que esperar que se
produzca una patología en el organismo humano cuando se dan ciertos
patrones formales de esta quiebra en la comunicación entre la madre
e hijo.
Ejemplos de cómo
los seres humanos manejan comunicaciones que ponen en juego distintos
Tipos Lógicos pueden tomarse de los siguientes campos:
1. El uso de
distintos comunicacionales en la comunicación del humor. Los
ejemplos son el juego, el no juego, la fantasía, el sacramento, la
metáfora, etc. Esas señales de un Tipo Lógico superior al del
mensaje que clasifican. Entre los seres humanos, esta estructuración
y rotulación de mensajes y acciones significativas alcanzan una
considerable complejidad, con la peculiaridad de que nuestro
vocabulario para establecer tal discriminación está aún muy
rudimentariamente desarrollado, y que nos apoyamos fundamentalmente
sobre medios no verbales como la postura, el gesto, la expresión
facial, la entonación y el contexto para la comunicación de estos
niveles sumamente abstractos pero vitalmente importantes.
2. Humor. Este
parece ser un método para explorar los temas implícitos en el
pensamiento o en una relación. El método de exploración entraña
el empleo de mensajes que se caracterizan por ser una condensación
de Tipos Lógicos o modos comunicacionales. Se produce el momento
explosivo en el humor es el momento cuando la rotulación del modo
experimenta una disolución y nueva síntesis. Esto tiene el efecto
peculiar de atribuir modo a esas señales que previamente tenían el
status de ese Tipo Lógico superior que clasifica los modos.
3. Falsificaciones
de las señales identificadoras de los modos. Entre los seres humanos
se pueden falsificar los identificadores de modos. Ello puede ocurrir
dentro de la persona –el sujeto puede ocultarse a sí mismo su
propia hostilidad real bajo las galas del juego metafórico- o puede
producirse como falsificación inconsciente de la falsificación que
el sujeto tiene de las señales identificadoras de modo emitidas por
otra persona.
4. Aprendizaje. El
nivel más simple de este fenómeno está ejemplificado por una
situación en la cual un sujeto recibe un mensaje. El sujeto
experimental puede adquirir mayor pericia en el aprender. Puede
aprender a aprender, y no es inconcebible que puedan darse en los
seres humanos niveles más elevados aun de aprendizaje.
5. Los niveles
múltiples de aprendizaje y la clasificación de los señales como
Tipos Lógicos. Hay dos conjuntos inseparables de fenómenos,
inseparables porque la capacidad de manejar los tipos múltiples de
señales es ella misma una pericia aprendida, por consiguiente una
función de los niveles múltiples del aprendizaje.
De acuerdo a
Bateson, el término “función del yo” es precisamente el proceso
de discriminar modos comunicacionales, sea dentro de la persona o
entre la persona y otros. El esquizofrénico manifiesta debilidad en
tres áreas de dicha función: a) tiene dificultad para asignar el
modo comunicacional correcto a los mensajes que recibe de otras
personas; b) tiene dificultad para asignar el modo comunicacional
correcto a aquellos mensajes que él mismo profiere o emite de manera
no verbal; c) tiene dificultad en asignar el modo comunicacional
correcto a sus propios pensamientos, sensaciones y preceptos.
Von Domarus
considera que los mensajes (y el pensamiento) del esquizofrénico
presentan una estructura silogística aberrante. El esquizofrénico,
según esta teoría, emplea estructuras que identifican los
predicados.
Los modelos
conceptuales de la cibernética y de las teorías energéticas del
psicoanálisis son, después de todo, metáforas rotuladas. La
peculiaridad del esquizofrénico no consiste en que emplee metáforas
sino en que emplee metáforas sino en que emplee metáforas no
rotuladas. Tiene una especial dificultad en manejar las señales de
aquella clase cutos miembros asignan Tipos Lógicos a otras señales.
Lo que se sabe de la
teoría del aprendizaje, es congruente con el hecho evidente de que
los seres humanos emplean el contexto como guía para la
discriminación de los modos. Por consiguiente, debemos buscar no una
experiencia traumática específica de la etiología infantil sino
patrones secuenciales característicos. La especificidad que buscamos
debe ser de un nivel abstracto o formal. Las secuencias tienen que
tener esta característica: que a partir de ellas, el paciente
adquiera los hábitos mentales que están ejemplificados en la
comunicación esquizofrénica. Es decir, tiene que vivir en un
universo donde las secuencias de acontecimientos sean tales, que sus
hábitos comunicacionales desusados resulten adecuados de alguna
manera. La hipótesis que presenta es que secuencias de este tipo
producidas dentro de la experiencia externa del paciente son
responsables de los conflictos interiores en la asignación de los
Tipos Lógicos.
El doble vinculo
Los ingredientes
necesarios para que tenga lugar una situación de doble vinculo:
1. Dos o más
personas. A una de ellas la designamos como la “victima”. No
suponemos que el doble vinculo sea infligido sólo por la madre, sino
que puede serlo o por la madre o por alguna combinación de madre,
padre y/o hermanos.
2. Experiencia
repetida. Supone que el doble vínculo es un tema recurrente en la
experiencia de la víctima. Su hipótesis no apela una experiencia
traumática única, sino una experiencia tan reiterada que la
estructura de doble vínculo pasa a ser una expectativa habitual.
3. Un mandato
primario negativo. Este puede tener una de estas dos formas: a) “No
hagas eso, o te castigaré”, o b) “si no haces eso, te
castigaré”. Elegimos aquí un contexto de aprendizaje basado en.
Suponemos que el castigo puede consistir o en el retiro del amor o en
la expresión de odio o cólera o –lo que es más devastador- el
tipo de abandono que resulta de la expresión de la impotencia
extrema del progenitor. Cree que engloba experiencias perceptivas de
una manera que no puede ser abarcada por la noción de “trauma”.
4. Un mandato
secundario que está en conflicto con el primero en un nivel más
abstracto, y que, al igual que el primero está reforzado por
castigos o señales que anuncian un peligro para la superficie. El
mandato secundario se comunica al niño, por lo común, mediante
medios no verbales. La postura, el gesto, el tono de voz, la acción
significativa y las implicaciones ocultas en el comentario verbal
pueden usarse todas para transmitir el mensaje más abstracto. En
segundo lugar, el mandato secundario puede chocar con cualquier
elemento de la prohibición primaria. La verbalización del mandato
secundario puede, por consiguiente, revestir gran variedad de formas.
Cuando el doble vinculo es infligido no por un individuo sino por
dos. Por ejemplo, un progenitor puede negar en un nivel más
abstracto el mandato del otro.
5. Un mandato
negativo terciario que prohíbe a la víctima escapar del campo. En
un sentido formal, quizá sea innecesario clasificar este mandato
como un elemento separado, ya que el refuerzo en los otros dos
niveles implica una amenaza a la supervivencia, y si los dobles
vínculos han sido impuestos durante la infancia, es naturalmente
imposible escapar.
6. Por último, el
conjunto completo de los ingredientes deja de necesario cuando la
víctima aprendió a percibir su universo bajo patrones del doble
vínculo. Casi cualquier parte de una secuencia de doble vinculo.
Casi cualquier parte de una secuencia de doble vínculo puede
resultar entonces suficiente para precipitar el pánico o la cólera.
El patrón de mandatos conflictuales puede llegar a ser asumido por
voces alucinatorias.
El efecto del doble
vínculo
Nuestra hipótesis
es que se producirá un colapso en la capacidad del individuo para
discriminar entre Tipos Lógicos cada vez que presenta una situación
de doble vínculo. Las características generales de esta situación
son las siguientes:
Cuando una persona
se encuentra atrapada en una situación de doble vínculo, responderá
defensivamente de una manera similar al esquizofrénico. Un individuo
tomará literalmente un enunciado metafórico cuando se encuentra en
una situación en la que tiene que responder de alguna manera, en la
que se enfrenta con mensajes contradictorios y cuando es incapaz de
comentar las contradicciones. El esquizofrénico se siente todo el
tiempo “en las candilejas” (¿?) de una manera que habitualmente
responde con una insistencia defensiva sobre el nivel literal, aun
cuando sea absolutamente inadecuado, por ejemplo cuando la otra
persona está bromeando.
Los esquizofrénicos
también confunden lo literal y lo metafísico en sus propias
verbalizaciones cuando se sienten atrapados en un doble vínculo.
Como respuesta a las
situaciones del doble vinculo, el desplazamiento hacia un enunciado
metafórico trae seguridad. Sin embargo, también impide que el
paciente haga la acusación que desea hacer. La indicación de que se
trata de un enunciado metafórico reside en el aspecto fantástico de
la metáfora no de las señales que usualmente acompañan a las
metáforas para indicar al oyente que se está empleando una
metáfora. No sólo es más seguro para la víctima de un doble
vínculo desplazarse a un mensaje de orden metafórico, sino que en
una situación sin salida es mejor desplazarse y convertirse en
alguna otra persona o desplazarse e insistir en que uno se encuentra
en alguna otra parte. Entonces el doble vínculo no puede actuar
sobre la víctima, porque él no es él, y además porque se
encuentra en un lugar diferente. So alguien ha pasado su vida dentro
de una relación de doble vínculo como la descrita, su manera de
relacionarse con las personas después de un colapso psicóticotendrá
un patrón sistemático. Su sistema metacomunicativo –las
comunicaciones referentes a la comunicación- se habrá derrumbado y
no sabrá qué clase de mensaje fue el mensaje que emitió. Dada esta
incapacidad para juzgar acertadamente lo que otra persona realmente
quiere decir y la excesiva preocupación por lo que efectivamente se
está diciendo, una persona puede defenderse eligiendo una o más de
varias alternativas. Dependiendo de lo que elija estará
continuamente buscando significados ocultos detrás de lo que la
gente dice y detrás de los acontecimientos fortuitos que se producen
en su ambiente, y será característicamente suspicaz y desconfiado.
Lo esencial es que él no puede elegir la única alternativa que le
ayudaría a descubrir qué es lo que realmente quieren decir; no
puede, sin ayuda, discutir los mensajes de otros. Al no ser capaz de
hacerlo, el ser humano se hace semejante a un sistema autocorrectivo
que haya perdido su regulador; comienza a recorrer un espiral de
distorsiones interminables, pero siempre sistemáticas.
UNA DESCRIPCIÓN DE
LA SITUACIÓN FAMILIAR
Su hipótesis es que
la madre de un esquizofrénico expresará simultáneamente por lo
menos dos órdenes de mensajes que pueden caracterizarse en términos
generales como a) conducta hostil o de retraimiento, que surge cada
vez que el niño se aproxima a ella y b) conducta de amor o
acercamiento simulado, que surge cuando el niño responde a su
conducta hostil y de retraimiento, como una manera de negar que es
ella la que se aparta. Su problema consiste en controlar la propia
angustia mediante el control de la proximidad y distancia entre ella
y su hijo.
Lo que aquí importa
es que su conducta amorosa es entonces un comentario de su conducta
hostil (pues constituye una compensación por ella), y por
consiguiente es un mensaje de orden diferente al de la conducta
hostil: es un mensaje sobre una secuencia de mensajes. Sin embargo,
por su naturaleza misma niega la existencia de aquellos mensajes
sobre los cuales versa, es decir, el retraimiento hostil.
La madre emplea las
respuestas del niño para afirmar que la conducta de ella es de amor,
y como tal conducta de amor es simulada, el niño se ve colocado en
una situación en la que no debe interpretar correctamente la
comunicación de su madre si es que desea mantener su relación con
ella. El resultado es que el niño se ve obligado a distorsionar
sistemáticamente sus percepciones de las señales metacomunicativas.
Si el niño discrimina correctamente las señales metacomunicativas
de su madre, tendrá que afrontar el hecho de que ella no lo quiere y
además lo está engañando mediante su conducta afectuosa. Sería
“castigado” por aprender a discriminar correctamente los órdenes
de los mensajes. Por consiguiente, tenderá a aceptar la idea de que
él está cansado, antes que reconocer el engaño de su madre. Para
sobrevivir junto a ella, el niño tiene que discriminar falsamente
sus propios mensajes internos y al mismo tiempo discriminar
falsamente los mensajes de otros. Para expresarlo de otra manera, la
madre está controlando las definiciones que el niño hace de los
mensajes que recibe de ella, y también su definición de las
respuestas él le da, insistiendo en que ella no se preocupa por si
misma sino sólo por él. El niño es castigado por discriminar
correctamente lo que ella expresa, y es castigado por discriminar
incorrectamente: ya está atrapado en un doble vínculo. La única
manera como el niño puede escapar realmente de la situación es
comentar la posición contradictoria en que su madre lo ha colocado.
Al evitar que el niño hable sobre la situación, la madre le prohíbe
emplear el nivel metacomunicativo. La capacidad de comunicarse sobre
la comunicación de comentar las acciones significativas de uno mismo
y de los demás, es esencial para un intercambio social exitoso. Para
discriminar correctamente qué es lo que otras personas expresan de
hecho, debemos poseer la capacidad de hacer comentarios directos o
indirectos sobre esa expresión. Este nivel metacomunicativo es aquél
que el esquizofrénico parece incapaz de emplear con éxito.
SITUACIÓN ACTUAL Y
PERSPECTIVAS FUTURAS
De acuerdo con su
enfoque, parten de la premisa de que la esquizofrenia implica ciertos
principios generales que son importantes en toda comunicación y que
por consiguiente se pueden encontrar muchas semejanzas informativas
en las situaciones de comunicación “normales”. Les han
interesado particularmente distintos tipos de comunicación, que
entrañan por una parte, significado emocional y, por otra, la
necesidad de discriminar entre órdenes distintos de mensajes. Entre
tales situaciones se cuentan el juego, el humor, el ritual, la poesía
y la ficción. El juego, especialmente, entre animales, lo han
estudiado con cierta extensión. Es una situación que ilustra la
aparición de metamensajes cuya discriminación correcta es vital
para la cooperación de los individuos participantes. Relacionado de
modo bastante estrecho con el juego, está el humor, que es un tema
permanente de nuestras investigaciones. El humor requiere
desplazamientos bruscos en los Tipos Lógicos y también la
discriminación de estos desplazamientos. El ritual es un campo en el
cual se hacen adscripciones desusadamente reales o literales de
Tipos Lógicos y se las defiende con tanto rigor como el
esquizofrénico defiende la “realidad” de sus delirios. La poesía
ejemplifica el poder comunicativo de las metáforas –aun las
metáforas muy desusadas- cuando se las rotula como tales mediante
distintos signos, lo que contrasta con la oscuridad de la metáfora
esquizofrénica, que nunca lleva rótulo.
En sus
investigaciones prestaron atención a la hipnosis, este empleo de la
alucinación para resolver un problema planteado por mandatos
contradictorios que no pueden ser discutidos, parece ilustrar la
solución de un doble vínculo por vía de un desplazamiento en los
Tipos Lógicos.
COROLARIOS
TERAPEUTICOS DE ESTA HIPOTESIS
La diferencia entre
el vínculo terapéutico y la situación original de doble vínculo
reside en parte en el hecho de que el terapeuta no está comprometido
personalmente en una lucha de vida o muerte. Por consiguiente, puede
establecer vínculos relativamente benévolos y ayudar gradualmente
al paciente para que se emancipe. Muchas de las estratagemas
originales y acertadas montadas por los terapeutas parecen ser
intuitivas.

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